Un simple gesto dentro de las rutinas de limpieza puede cambiar el aspecto de las superficies más difíciles del hogar. Usar una toalla humedecida con té negro no solo es un truco efectivo, sino también una alternativa ecológica a los productos industriales. Este tipo de infusión, conocido por sus antioxidantes, tiene propiedades astringentes que ayudan a eliminar grasa y suciedad.
Para qué sirve empapar una toalla con té negro
El té negro tiene taninos naturales que actúan como limpiadores suaves. Cuando se lo aplica sobre vidrios, espejos o puertas de horno, ayuda a despegar las manchas, dejar la superficie más brillante y prevenir marcas posteriores. Su aplicación es sencilla y no deja olor ni residuos.
Preparar una infusión con las tres bolsitas de té negro y dejar reposar por 10 minutos.
Una vez que el líquido se enfríe, volcar la infusión en un recipiente.
Humedecer una toalla de papel o un paño de microfibra en el té.
Pasar el paño por la superficie deseada, ya sea vidrio, espejo o incluso pantallas apagadas.
Dejar que se seque al aire. No es necesario pulir después.
El resultado son ventanas limpias, sin marcas ni reflejos borrosos, y sin necesidad de usar productos con químicos.
¿Qué otros trucos caseros complementan este método?
Además del té negro, otros elementos que pueden reemplazar a los limpiadores convencionales son el vinagre blanco y el detergente diluido. Ambos son útiles en combinación o como alternativas, aunque presentan pequeñas diferencias.
El vinagre blanco, mezclado con agua tibia (100 ml por cada 500 ml), también limpia a fondo y deja las ventanas brillantes. Sin embargo, puede dejar un olor fuerte durante algunos minutos.
En cambio, el detergente para vajilla, si se diluye en la misma proporción, permite remover grasa, aunque puede dejar residuos si no se enjuaga bien.