La salsa de vitel toné es la clave del clásico de Navidad argentino. Cremosa, suave y con ese equilibrio justo entre anchoas, atún y alcaparras, define al plato y marca la diferencia entre un vitel toné correcto y uno inolvidable. Esta es una de esas recetas originales, fácil de hacer en casa y perfecta para preparar con anticipación.
(Opcional tradicional: 1 cucharada de crema para una textura más suave.)
Cómo hacer la salsa de vitel toné original una receta ideal para disfrutar en Navidad y Año Nuevo (3)
Paso a paso de la salsa de vitel toné
Colocá en la licuadora o procesadora la mayonesa, el atún escurrido y los filetes de anchoa, que aportan el sabor característico.
Sumá las alcaparras y el jugo de limón, que equilibran la cremosidad con un toque ácido y fresco.
Agregá el caldo de a poco, procesando hasta lograr una salsa lisa, fluida y sin grumos. La cantidad de caldo depende de la textura buscada.
Probá y ajustá con pimienta blanca, evitando agregar sal, ya que las anchoas y alcaparras aportan suficiente sazón.
Si querés una salsa más delicada, incorporá una cucharada de crema y procesá unos segundos más.
La salsa debe quedar sedosa, untuosa y fácil de napar, sin resultar pesada.
Cómo hacer la salsa de vitel toné original una receta ideal para disfrutar en Navidad y Año Nuevo (2)
Consejos para que salga perfecta
Usá anchoas de buena calidad, son claves para el sabor auténtico.
No te excedas con el limón, debe realzar y no tapar el gusto del atún.
Procesá bien para que no queden trocitos y la textura sea completamente cremosa.
Dejala reposar en heladera, al menos una hora, para que los sabores se integren.
Cómo usarla y conservarla
La salsa de vitel toné se sirve fría, cubriendo fetas finas de peceto bien frío. Se conserva hasta 3 días en heladera, tapada, y conviene sacarla unos minutos antes de servir para que esté bien cremosa.