El Movimiento Evita le respondió a Cristina Kirchner y dijo que estigmatiza a las organizaciones populares

La vicepresidenta había reclamado que el Estado vuelva a tomar el control de los planes sociales. Alberto Fernández defendió el papel de los movimientos sociales en la contención de la pobreza.

Movimiento Evita. (Télam)
Movimiento Evita. (Télam)

Con un comunicado, el Movimiento Evita salió al cruce de los dichos de ayer de Cristina Kirchner, quien pidió que el Estado nacional recupere “el control y la auditoría de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas”.

“Ante la campaña de estigmatización contra las organizaciones populares que se ha incrementado en los últimos días en los medios de comunicación y en las afirmaciones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, queremos expresar nuestra posición”, empieza el comunicado que distribuyó uno de los movimientos sociales más leales al Presidente Alberto Fernández.

“Punteros y planeros son dos expresiones que intentan denigrar la organización política y productiva de nuestros barrios populares”, dice un párrafo del comunicado del Evita.

“Desde el Movimiento Evita creemos que el peronismo debe ser la estrategia política de los trabajadores y las trabajadoras del presente”, se afirma también.

Al final del comunicado, tras decir que es “bienvenido” el debate al Frente de Todos, se anuncia la convocatoria (sin fecha aún) “a todos los movimientos populares a construir un espacio político, social y cultural que discuta el modelo de país para enfrentar la concentración económica y superar los problemas estructurales que tiene la Argentina”.

El último párrafo cierra: “Ni el mercado ni el Estado resuelven todo. Es con el Estado, el mercado y la comunidad organizada”.

Ayer, en un acto organizado por la CTA en Avellaneda, al aludir al manejo de los planes por parte de los movimientos sociales, Cristina Kirchner dijo: “Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, es trabajo. El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que nos den el alta y la baja”. Y en un párrafo que pareció dirigido al Movimiento Evita, grupo político leal al Presidente Fernández, agregó: “Si Evita los viera, mamita... imaginando y leyendo todo lo que hizo, mamita”.

El Presidente Alberto Fernández, al abrir hoy el III Foro Mundial de Derechos Humanos, valoró el papel que vienen jugando los movimientos sociales, al punto de reconocer que “han trabajado denodadamente para que la Argentina no explote”.

Recordó que en varias oportunidades “la verdadera discusión era cuánto tiempo iba a pasar para que haya un estallido social o el primer saqueo”.

“Nada de eso pasó, en gran medida porque las organizaciones sociales estuvieron al lado de los más necesitados. No se llevaron la plata de los vulnerables, los acompañaron, los alimentaron, se asociaron al Estado en la gestión de todo eso; no saben todo lo que hicieron por los derechos humanos”, dijo el Presidente en abierto apoyo a los movimientos sociales.

“Quiero agradecérselos, aun cuando algunas hagan picardías que nosotros no convalidamos”, dijo también Fernández, admitiendo la existencia de ciertas irregularidades en el manejo de los planes.

El comunicado del Movimiento Evita

La única verdad es la realidad.

Ante la campaña de estigmatización contra las organizaciones populares que se ha incrementado en los últimos días en los medios de comunicación y en las afirmaciones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, queremos expresar nuestra posición.

Hoy existen más de 200 organizaciones sociales que nacieron al calor de la resistencia al neo-liberalismo de los ‘90 y el macrismo. Son las mismas que estuvieron al frente del cuidado en la pandemia y las que hoy proponen organizar una sociedad que reclama nuevas formas de producción y trabajo. Esa realidad surge de la dinámica del capitalismo financiero, en el marco del cual hace más de 50 años que no crece el trabajo registrado en la Argentina. También de la inacción del Estado y de la obstinación de quienes quieren seguir aplicando recetas del pasado a problemas del presente. Lamentamos que parte de la dirigencia política sea incapaz de entender la realidad del trabajo en el siglo XXI. Es más fácil pelear con quienes la expresamos, que escuchar y reflexionar acerca de cómo resolver los problemas de los que peor están.

Hoy la realidad del trabajo la expresan las organizaciones sociales en conjunto con los sindicatos. En las fábricas y en los barrios. En relación de dependencia en una empresa privada y en cooperativas y unidades productivas. La economía popular es la expresión de esta nueva realidad del trabajo que tenemos que dignificar y dotar de derechos para construir las instituciones que requieren los descamisados del presente.

Reducir la economía popular a los planes sociales es negar la realidad. Los planes sociales son apenas el 10% de la economía popular y el 5% del conjunto de los trabajadores y las trabajadoras. El IFE nos demostró que había más de 11 millones de trabajadores y trabajadoras por fuera de las relaciones de dependencia. Hay 6,5 millones en el sector privado y más de 3 en el sector público. Los 11 millones de trabajadores y trabajadoras a las que nos referimos no se quedaron esperando que el Estado o el mercado resolvieran sus ingresos: salieron a buscárselos y hoy son la mayoría de la fuerza de trabajo.

Sería más productivo que discutamos cómo dota de derechos, herramientas y créditos a la producción de las y los trabajadores textiles, los cartoneros y recicladores, las empresas recuperadas, los pequeños agricultores, los ladrilleros, las trabajadoras del cuidado, etc. A todos aquellos y aquellas que se organizan sin patrón y que trabajan todos los días con y sin un plan social. Un apartado especial merece las tareas de cuidado socio comunitario que las compañeras asumen con mucho orgullo además de ser dirigentas barriales y referentas políticas.

La política tradicional entiende la participación política de los más humildes desde dos lugares igual de estigmatizantes: víctimas, que deben recibir asistencia inmediata del Estado como único ejecutor posible o victimario, en forma de puntero político que es culpable de reproducir la pobreza. Punteros y planeros son dos expresiones que intentan denigrar la organización política y productiva de nuestros barrios populares, a cargo de dirigentes sociales que dejan su vida en la lucha por la dignidad de sus compañeros y compañeras y que a la vez exigen una renovación política que exprese las demandas actuales y reales, pero que fundamentalmente los tenga como protagonistas.

Desde el Movimiento Evita creemos que el peronismo debe ser la estrategia política de los trabajadores y las trabajadoras del presente. Ese trabajo es el asalariado público y privado, son los autónomos, son la economía popular, etc. Negando la realidad del trabajo en el presente nos negamos la posibilidad de construir un futuro para todos y todas. Bienvenido el debate al Frente de Todos, porque lo único que debe preocuparnos es cómo construimos un proyecto de país con justicia social. Sin la economía popular eso es totalmente imposible. Por eso vamos a convocar a todos los movimientos populares a construir un espacio político, social y cultural que discuta el modelo de país para enfrentar la concentración económica y superar los problemas estructurales que tiene la Argentina.

Ni el mercado ni el Estado resuelven todo. Es con el Estado, el mercado y la comunidad organizada.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA