Según el vocero presidencial Manuel Adorni, la SIDE identificó a ciudadanos de Rusia involucrados en actividades sospechosas vinculadas con los intereses de Vladimir Putin, en colaboración con argentinos.
Vladimir Putin, presidente de Rusia (foto archivo)
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El vocero presidencial Manuel Adorni reapareció este miércoles en conferencia de prensa con un anuncio inesperado: la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) detectó a cinco ciudadanos de Rusia involucrados en presuntas actividades de desinformación y manipulación geopolítica en Argentina.
Según detalló desde la Casa Rosada, los rusos identificados estarían trabajando en coordinación con ciudadanos argentinos, desarrollando acciones “sospechosas” que responden a intereses estratégicos de Vladimir Putin.
Adorni vinculó estas operaciones con la entidad "La Compañía", asociada al Proyecto Lakhta, una iniciativa de injerencia extranjera denunciada en Occidente y financiada -según informes internacionales- por el oligarca Yevgueni Prigozhin, líder del grupo Wagner, fallecido en agosto de 2023.
Entre los señalados, Adorni mencionó a un ciudadano ruso -cuyo nombre no fue divulgado- señalado como “líder operativo de la célula”, junto a su esposa Irina Iakovenko, encargada de establecer redes con referentes locales.
Ambos estarían financiados por estructuras asociadas a Prigozhin para “formar un grupo de personas leales a los intereses de Rusia”, con la misión de impulsar campañas de desinformación contra el Estado argentino.
Adorni, además, enmarcó la denuncia en los recientes cambios en la estructura de la Policía Federal Argentina (PFA), la creación del Departamento Federal de Inteligencia (DFI) -similar al FBI estadounidense- y la creciente cooperación entre las agencias de seguridad e inteligencia.
El vocero subrayó que la Argentina “no será sometida a la influencia de ninguna otra nación”, y remarcó que el país está en alerta frente a operaciones de desinformación, ciberataques y penetración geopolítica encubierta.
La referencia al Proyecto Lakhta no es menor: se trata del mismo entramado señalado por las agencias estadounidenses en investigaciones sobre injerencia rusa en las elecciones de 2016. En Argentina, los nombres involucrados no eran conocidos hasta ahora, pero la mención pública por parte del Gobierno marca un giro en la narrativa sobre amenazas externas y seguridad cibernética.
El anuncio de Adorni coincidió con una jornada caliente en la política argentina, ya que miles de militantes y dirigentes del peronismo se concentraron en el centro porteño en repudio a la condena contra la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner.