Dalmiro Garay: “No pretendo una Corte unánime en las opiniones, pero sí unida en la gestión”

Tras ser reelecto por unanimidad, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza destaca la armonía alcanzada en el tribunal tras las turbulencias políticas de los últimos años. Resalta los desafíos del “tiempo de transformaciones” que afronta el Poder Judicial.

Dalmiro Garay fue reelecto como presidente de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. (Foto: Ignacio Blanco)
Dalmiro Garay fue reelecto como presidente de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. (Foto: Ignacio Blanco)

Luego de una maratónica jornada de negociaciones, Dalmiro Garay fue reelecto el último jueves como presidente de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. Si bien las últimas dos renovaciones de autoridades del Poder Judicial habían puesto de manifiesto una fractura entre los magistrados del “ala radical” y el “ala peronista”, la reciente votación se resolvió con la unanimidad, tras un acuerdo de los siete ministros.

Entrevistado por Los Andes, el titular del máximo tribunal de justicia provincial destaca la armonía alcanzada tras los momentos de “turbulencia”. Habla de la convivencia con las tensiones al interior de la Corte y asegura que no quiere una “unanimidad de opiniones”.

-¿Fue una jornada larga y ardua la del jueves pero con un resultado positivo?

-Fue una jornada larga, no ardua. Fue larga porque nos tomamos los tiempos para poder discutir. Quizá lo que hemos aprendido en los últimos meses es empezar a discutir más, pausar y repensar, porque el consenso es eso. Veníamos de una elección muy complicada, donde tres ministros no habían venido a la elección y llegamos a un escenario a un año y medio donde nos hemos logrado poner de acuerdo en ejes de gestión. La verdad es que la elección estaba definida, pero nos parecía importante la unanimidad para poder también expresarle a la sociedad qué Poder Judicial queremos. Y ahí los siete nos pusimos a trabajar en eso.

-Cuando asumió en 2020 dijo que eran tiempos turbulentos en la justicia, ¿cómo definiría el panorama para este nuevo mandato?

-Diría que hoy son tiempos de transformaciones en el Poder Judicial. Las transformaciones son muy difíciles, más con un poder del Estado que por naturaleza es conservador. En un año y medio, fruto de la pandemia y de las definiciones propias de la gestión, hemos avanzado en procesos de transformación que han hecho ruido, que todavía están tramitándose y que van a seguir al andar el año que viene. Hemos podido salir de la primera etapa de la transformación en la cual se han visto afectados los abogados, los justiciables, nuestros propios empleados porque es un cambio importante el expediente digital. De una zona de turbulencia, hemos logrado en muy poco tiempo, entre los siete ministros, ponernos a trabajar y estar ya en etapas de transformación. Con problemas, sí, pero transformación al fin.

La elección del titular de la Corte fue por unanimidad, tras votaciones divididas en los últimos años. (Foto: Ignacio Blanco)
La elección del titular de la Corte fue por unanimidad, tras votaciones divididas en los últimos años. (Foto: Ignacio Blanco)

-¿Qué trabó las discusiones durante la deliberación del jueves?

-El eje de discusión lo teníamos en poder definir las políticas de la Corte. Hablábamos de la gestión y cómo nos imaginábamos la futura Corte integrada, donde todos los ministros tuvieran responsabilidades. En ese contexto, es donde logramos revisar el tema fuero de Familia para que Teresa Day pudiera ser la ministra coordinadora. También lo de Mario (Adaro) acompañándome en tecnología. Con él ya estamos trabajando pero era darle un reconocimiento a ese rol, que lo va a seguir ejerciendo la Presidencia, pero con un referente que va a apoyar. De igual manera, yo soy el coordinador del Centro de Capacitación y Omar (Palermo) va a estar como director académico. La idea es trabajar en conjunto en las distintas áreas.

-¿La intención es que la Corte sea más un cuerpo colegiado?

-Exactamente. Vamos a respetar la ley en cuanto a las atribuciones propias del Presidente, de la sala y del pleno. Lo que hemos intentado es dar algunas responsabilidades propias, que en asocio con el Presidente, con las salas y el pleno, permitan también repensar procesos. Con Mario lo hemos hablado mucho, nosotros estamos en una etapa de mucho cambio en donde cada proceso necesita un acompañamiento. Hay un gran desafío para los que queremos innovar.

-¿Qué cambió para pasar de votaciones divididas a una resuelta por unanimidad?

-La tensión se ha resuelto con trabajo en el tiempo. De un año y medio hasta acá hemos trabajado consensos y también la forma de canalizar nuestros disensos. Un cuerpo colegiado no tiene que ser unánime siempre, tiene que recibir las tensiones que cada uno plantea y si esas tensiones no se saben canalizar, es donde se generan los conflictos. Hemos votado en algunos plenarios de manera separada o no, pero eso ya no nos puede tensionar porque la sociedad necesita una Corte que conduzca al Poder Judicial, con un Presidente que lidere ese proceso, pero que estén todos metidos adentro.

-¿Tiene como objetivo que no se hable más del “ala radical” y el “ala peronista” en la Corte?

-No sé si esas cuestiones son el resultado de lo que hagan los ministros. Son rótulos que pone el periodismo. Yo voy a aspirar a una Corte unida, lejos de acallar las opiniones personales de cada ministro, que las vuelcan en sus sentencias. Aspiro a una Corte con mucha libertad de opinión, con mucha independencia de cada juez, pero que en los temas de gestión estemos todos juntos. Me parece que es un gran momento para gestionar el Poder Judicial de los próximos 20 años todos juntos.

-¿Las tensiones son inevitables?

-Yo no lo plantearía necesariamente en tensiones desde el ala peronista o radical, como se dice. Hay tensiones desde las distintas miradas que cada uno tiene de los fenómenos jurídicos. Y el resto de las tensiones, que son de la política hacia la Corte, tenemos que ver cómo se resuelven. Pero vuelvo a lo mismo, no pretendo una Corte unánime en todas las opiniones, porque eso sería malo. Es bueno el disenso, es buena la discusión, porque se aporta. Me parece que necesitamos una Corte que hacia adentro y hacia afuera del Poder Judicial dé las señales como la que ha dado el jueves.

-¿Eso influye también en la credibilidad de la ciudadanía en la justicia?

-La existencia velada o explícita de fracturas en algunos momentos ha llegado a afectar el servicio de justicia. Si nosotros llegamos a un momento en donde eso no pase y que el servicio de justicia sea la meta de cualquier ministro de la Corte y unir la fuerza de trabajo, el ciudadano va a poder recibir y verse beneficiado. Una Corte unida en la gestión y con buenos disensos en términos de sentencia es una buena imagen para el Poder Judicial hacia adentro y hacia afuera.

Garay remarcó que quiere "una Corte unida en la gestión". (Foto: Ignacio Blanco)
Garay remarcó que quiere "una Corte unida en la gestión". (Foto: Ignacio Blanco)

Tiempos de transformación

-¿Cuáles son los desafíos urgentes de la justicia en estos tiempos de transformaciones?

-Los desafíos urgentes son terminar los procesos de la gestión documental electrónica. Hemos acelerado los tiempos y queremos poder llegar a un portal para los abogados donde se puede gestionar con mucha seguridad y que los empleados judiciales tengan un sistema que les permita agilizar la tarea diaria. También es muy urgente el llamado a concursos porque necesitamos nuevos empleados judiciales y necesitamos un nuevo perfil de empleado judicial. Estamos terminando los convenios para que el 160 sea el número único que va a tener el Poder Judicial y eso nos va a permitir también la comunicación por redes sociales que se va a hacer ahora con un operador que va a contestar.

-¿Qué balance hace del conflicto con los abogados del fuero de familia tras la implementación del expediente electrónico?

-Me parece que nos equivocamos en el proceso. Debimos haber incluido a todos los abogados en el proceso previo a la implementación de esa modificación en el fuero de Familia. Se hizo con los técnicos y la gente del Poder Judicial y claramente faltó la visión del abogado de la calle. Yo hubiera capacitado más al usuario, mucha veces no era un problema del portal sino de la capacitación, lo cual es lógico. Como autocrítica veo la falta de inclusión de los abogados en la generación de las soluciones a los problemas que tenemos. El salto había que darlo.

-¿Para el mediano plazo cuál es la perspectiva del servicio de justicia?

-Aspiramos a fortalecer todos los mecanismos que tenemos hoy de transformación electrónica y centrarse mucho en la infraestructura física. Estamos apuntando a construir una sede en Tunuyán, que es la única circunscripción judicial que no tiene un edificio propio. También lo central también es meternos de lleno en lo que es la gestión de los tribunales con audiencias remotas y presenciales.

El presidente de la Corte hizo una autocrítica sobre la implementación del expediente digital en el fuero de Familia. (Foto: Ignacio Blanco)
El presidente de la Corte hizo una autocrítica sobre la implementación del expediente digital en el fuero de Familia. (Foto: Ignacio Blanco)

-¿Cómo es la relación con el Poder Ejecutivo?

-La relación con el Gobernador es institucional. No tenemos un diálogo permanente, pero es buena la relación. Me parece que es un gobernador que está haciendo, dentro de su plan de acción, bien las cosas. Nosotros defendemos las cuestiones presupuestarias.

-¿El caso que involucra al juez federal Walter Bento repercute en la visión que se tiene de la justicia provincial también?

-Independientemente de lo que se resuelva, cualquier crítica al Poder Judicial, sea federal o provincial, afecta la imagen que se tiene de la justicia, que debo reconocer que es alicaída. Yo creo que la justicia mendocina es buena, tiene jueces, funcionarios y empleados muy comprometidos que se están esforzando. Están llegando a fin de año muy cansados, han trabajado en la pandemia y se han adaptado a cambios que en un proceso normal se hace en cinco años. Desde ese punto de vista, es injusto que se los juzgue y se los mida con la misma vara que los casos mediáticos o aislados.

Ampliación de la Suprema Corte

-¿Le parece que el proyecto de reforma y ampliación de la Corte a 9 miembros puede reflotarse?

-No lo veo hoy en la agenda de la política a ese proyecto.

-¿Qué opina del proyecto?

-No voy a opinar de eso porque es una cuestión que ya hoy está fuera de lo que yo pueda hacer. Sí me parece que hay que ver la distribución de trabajo en las salas. Es importante empezar a pensar algún sistema de colegio donde podamos repartir más el trabajo. Pero eso lo vamos seguir charlando entre los ministros. Con respecto a lo otro, no lo veo en la agenda política y no me gustaría opinar.

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