Se trata de Nicolás Carrizo, jefe de la banda de los algodones de azúcar, quien aseguró que los elementos que lo vinculan a la causa eran “chistes”.
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Durante la última audiencia en el marco de los alegatos finales en el juicio por el intento de atentado a la ex presidenta Cristina Kirchner, Nicolás Carrizo, jefe de la banda que vendía algodones de azúcar, amplió su indagatoria y defendió su inocencia argumentando que todos los mensajes que lo vinculan con el caso eran “chistes” que se correspondían con su personalidad “jodona”.
Sentado frente a los jueces en el estrado, reiteró en varios momentos de su testimonio que está detenido por “pelotudo” y que no tuvo participación alguna en el atentado. "Yo soy de hacer jodas pesadas”, subrayó.
Su intervención no estaba programada en la jornada del tribunal. Carrizo, quien fue arrestado trece días después del atentado y permanece en prisión desde entonces, respondió preguntas tanto de los magistrados como de las demás partes. Sostuvo su inocencia y reforzó su línea de defensa en una declaración marcada por momentos de inestabilidad emocional.
“Yo he jodido incluso con la muerte, con un montón de cosas; soy un pelotudo, pero estoy hace tres años que acá, esto no le tiene que pasar a nadie...una persona hace una broma y…tres años, ¿Quién se los devuelve? Yo perdí un montón de tiempo, no sé nada de mis hijos”, expresó con la voz quebrada.
Imputado como partícipe secundario del hecho, Carrizo buscó desestimar la credibilidad de los mensajes que le fueron presentados durante su declaración.
Por otro lado, la fiscal Gabriela Baigún le pidió que explique por qué, tras el ataque, subió estados a su Whatsapp afirmando que el próximo sería Alberto Fernández, entre varios mensajes agresivos dirigidos hacia los políticos.
Ante la consulta, Carrizo sostuvo que fue solo con la intención de provocar a un “grupo de allegados kirchneristas” que verían el mensaje y se enojarían.
Sobre el atentado, afirmó: “Me enteré pese día por la tele cuando estaba con mis amigos. Una hora después del atentado. Cuando empecé a ver los memes, los comentarios, dije ‘yo a este chabón lo conozco’ (por Sabag Montiel) y empecé este tipo de jodas”.
Durante la audiencia, su defensor, Gastón Marano, le preguntó si había sacado algún aprendizaje de su tiempo en prisión. “Hay cosas que no me las tengo que tomar en joda, aprendí a que tengo que ubicarme en ciertos momentos porque yo, siendo sincero, era muy desubicado en muchas de estas jodas que hacía”, expresó Carrizo.
En su testimonio inicial ante el tribunal, Carrizo se quebró y rompió en llanto, al igual que en la jornada actual. Allí también manifestó que los mensajes incriminatorios enviados desde su celular fueron simplemente “una joda”. “Quiero pedir perdón si ofendí a la señora Kirchner”, expresó.
Además de Carrizo, están acusados Fernando Sabag Montiel, quien intentó disparar, y su pareja, Brenda Uliarte, que estuvo en el lugar del hecho ese día y está imputada como partícipe necesaria.
Se espera que los alegatos finales comiencen en agosto, una vez finalizado el receso judicial de invierno que comienza este lunes, y marcarán la etapa previa a que el tribunal dicte su sentencia.