El pronóstico obligó a cambiar la fecha de la presentación de los aviones de caza comprados a Dinamarca.
El ministro Luis Petri levanta el pulgar a bordo de uno de los aviones F-16 (Archivo)
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Gentileza El Gobierno nacional decidió adelantar para este sábado el acto central por la llegada de los F-16 y el primer vuelo de exhibición, previsto originalmente para el domingo. El cambio responde a cuestiones climáticas. De este modo, el presidente Javier Milei viajará a Córdoba el sábado por la mañana y encabezará la presentación de los cazas adquiridos a Dinamarca. Al rato harán el vuelo de raso sobre la Ciudad de Buenos Aires.
La recepción de los primeros F-16 Fighting Falcon marcará un salto en la capacidad operativa de la Fuerza Aérea Argentina. Las autoridades planifican iniciar operaciones en enero de 2026, con una entrega escalonada que se extenderá hasta 2028, tras invertir 300 millones de dólares.
El Ministerio de Defensa había anticipado que el público podría observar un sobrevuelo sobre CABA el domingo entre las 8 y las 8.45, cuando la formación ingresaría al AMBA desde el Río de la Plata. Con el adelantamiento, ese vuelo se mantiene en el mismo horario, pero pasará a realizarse el sábado.
Mientras tanto, el acto oficial tendrá lugar en el Área Material Río Cuarto y contará con Milei, el ministro saliente Luis Petri y su reemplazante, el teniente general Carlos Presti, además del alto mando militar.
La compra a Dinamarca incluye veinticuatro F-16 A/B Block 15 MLU modernizados al estándar “Tape 6.5”: dieciséis monoplazas y ocho biplazas para entrenamiento. El paquete suma armamento, equipamiento de apoyo, cuatro simuladores, ocho motores, cascos de última generación y repuestos para cinco años, con entregas de cuatro unidades por año.
El traslado de los primeros seis aviones comenzó el 28 de noviembre desde Vojens, Dinamarca, con escalas en Zaragoza y en la Base Aérea Gando, en las Islas Canarias. Desde allí cruzaron el Atlántico hacia Natal, Brasil, acompañados por aviones cisterna KC-135 Stratotanker de la Fuerza Aérea estadounidense.
El arribo a la Argentina sigue previsto para este viernes y no sufrió modificaciones.
Según detalló Defensa, los F-16 se incorporan para misiones de “defensa antiaérea, supresión de defensas aéreas enemigas, ataque marítimo, interdicción aérea, apoyo aéreo cercano, designación dinámica de objetivos e inteligencia, vigilancia y reconocimiento no tradicionales”. El área seguirá a cargo de Petri hasta su partida a la Cámara de Diputados, momento en que asumirá el teniente Presti.
Según la Fuerza Aérea estadounidense, el F-16 Fighting Falcon es de “combate compacto y multifunción”. Fue construido bajo un acuerdo inusual que creó un consorcio entre Estados Unidos y cuatro países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN): Bélgica, Dinamarca, Países Bajos y Noruega.
El modelo es muy maniobrable y supo demostrar su eficacia en combates aire-aire y ataques aire-tierra. Proporciona un sistema de armas de alto rendimiento y costo relativamente bajo. Su radio de combate supera el de todos los aviones de combate de amenaza potencial. Llega a una velocidad de 2.400 km/h (Mach 2 en altitud).
Puede localizar objetivos en todas las condiciones climáticas y detectar aviones que vuelan a baja altura en el radar del terreno. En una función aire-tierra, el F-16 puede volar más de 860 kilómetros, lanzar sus armas con una precisión superior, defenderse de los aviones enemigos y regresar a su punto de partida. Una capacidad para todo clima le permite lanzar municiones con precisión durante condiciones de bombardeo no visual.
Con una carga completa de combustible interno, el F-16 puede soportar hasta 9 G (nueve veces la fuerza de gravedad), lo que excede la capacidad de otros aviones de combate actuales.
La cabina y su cubierta de burbujas le dan al piloto una visión sin obstáculos hacia adelante y hacia arriba, y una visión muy mejorada hacia los lados y hacia atrás.
Los cazas multiusos F-16 de la Fuerza Aérea de EE. UU. fueron desplegados en el Golfo Pérsico en 1991 en apoyo de la Operación Tormenta del Desierto, donde se realizaron más incursiones que con cualquier otro avión. Y desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, el F-16 se impuso para las fuerzas de combate comprometidas con la guerra contra el terrorismo.