17 de junio de 2025 - 20:00

Un tornero de San Martín acusó a su primo abogado de querer sacarle todo y ahora van a juicio

El denunciante tiene cierto grado de discapacidad y sostiene que su familiar buscó quedarse con todos sus bienes y dejarlo en la calle.

Eduardo Oscar Fredes, un tornero de 66 años con cierto grado de discapacidad, acusó y está logrando que se concrete un juicio penal contra su primo, el abogado Diego Gabriel Menci, a quien Fredes le endilga el haber armado una estrategia para quedarse con sus bienes, que son herencia de sus padres.

Este martes se realizó una audiencia preliminar en el Palacio de Tribunales de San Martín. Allí las partes no rozaron ni siquiera la posibilidad de un acuerdo y, salvo que algunas de las partes cambien su postura a último momento, la causa se encamina hacia la última etapa, el debate oral y público para llegar a una sentencia, ya que el denunciante insiste que su primo lo defraudó y el abogado sostiene que no cometió ningún delito.

El abogado Menci llega a esta esta etapa imputado por dos hechos de estafa procesal, según los resultados de la instrucción realizada por el fiscal Gustavo Jadur.

La Fiscalía imputó a Menci por estafa procesal en el expediente P - 36.671/22 y también por el mismo delito lo hizo en el expediente P- 112.209/22.

El fiscal Jadur entendió que el imputado violó los artículos 1442 y 954 del Código Civil, que aún estaba vigente al momento de la celebración de los acuerdos.

Historia familiar y conflicto

Eduardo Oscar Fredes es tornero. Heredó el oficio de su padre, Eduardo Angelino Fredes. Padre e hijo siempre trabajaron juntos. En las mejores épocas “hacíamos filtros. Muchos. Para bodegas, cerveceras, para fábricas”, recordó el hijo, remontándose a las décadas del 70 y 80.

Los Fredes son de San Martín. El taller de tornería lo montaron a mediados de los 70 en Pedro Molina 37, pleno centro de la ciudad, en un sector donde abundan las casas de repuestos y los talleres mecánicos. Allí mismo está la casa familiar.

En las épocas de bonanza también lograron comprar una casa en el barrio San Isidro, que después alquilaron.

Eduardo Oscar, el hijo, tiene algunas dificultades físicas por secuela de un par de accidentes y también ciertas dificultadas neurológicas que lo han acompañado toda la vida.

Fue hijo único de Eduardo Angelino Fredes y Esther Martínez. Primero falleció su padre, en 2011, y en 2018 falleció su madre. La lógica diría, y las leyes también, que es heredero único. Pero las leyes, o el sistema judicial, permiten distintas interpretaciones según quien las analice y hoy Eduardo Oscar Fredes, es denunciante en un juicio penal contra su primo, el abogado Diego Gabriel Menci, a quien acusa de haber querido quedarse con todos sus bienes.

La relación entre el abogado Menci, Eduardo y su madre, era buena originalmente y de confianza. El propio Eduardo dijo que “la relación con mi primo era muy buena, no sólo como pariente sino también como profesional, ya que nos decía constantemente que él velaba por nuestros intereses y que nos quedáramos tranquilos que todo iba a salir bien. Yo confiaba ciegamente en él”.

Así fue que, fallecido el padre de Eduardo, el primo abogado les aconsejó que “antes de iniciar el proceso sucesorio de mi padre, debía ceder a mi madre los derechos que yo tenía sobre los bienes dejados, para evitar que mi exesposa, de la cual me encuentro divorciado desde el año 2004, pudiera reclamarme algo”.

Fredes contó que “no dudé en hacer lo que me dijo y procedí tal como me había indicado. Concurrí al estudio de una escribana que el mismo escogió, donde firmé una serie de libros y papeles en los que se mencionaba que cedía a título de venta a Ester Lidia Martínez, todos los derechos que me correspondían como heredero de Eduardo Angelino Fredes”.

El tornero dijo que, después, la relación entre ellos y el primo empezó a deteriorarse. Aún así, contó que logró que su madre “firmara una serie de papeles, de cuyo contenido no le dio mayores explicaciones”.

Después madre e hijo nombraron otro abogado, pero su paso fue efímero y de acciones casi nulas en el expediente.

El caso es que, cuando en 2018 fallece la madre de Eduardo Fredes, su primo abogado quedó como “cesionario de todos y cada uno de los derechos que tanto mi madre como yo teníamos sobre los bienes”.

Entre esos bienes están los dos inmuebles ubicados sobre calle Pedro Molina al 31/37, la casa y el galpón respectivamente, y la vivienda del Barrio San Isidro, de calle Capdevilla y San Andrés, de la ciudad de San Martín. Esta última propiedad está alquilada hace 10 años y el primo abogado es quien cobra y retiene esos pagos.

El 13 de abril de 2022 llegó la cédula de notificación de desalojo al taller de Fredes y se destapó el conflicto, que derivó en denuncia penal y, ahora, en juicio, que está a punto de llegar a su etapa definitoria.

“Es evidente que mi primo aprovechó su vínculo con la familia y la confianza que teníamos en él, tanto mi madre como yo, para lograr obtener una ventaja patrimonial injustificada y desproporcionada, a tal punto que me quiere dejar en situación de calle”, dijo Fredes, en el escrito del expediente.

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Eduardo Fredes es tornero, tiene cierto grado de discapacidad y acusó a su primo abogado de querer sacarle todo y ahora van a juicio

Eduardo Fredes es tornero, tiene cierto grado de discapacidad y acusó a su primo abogado de querer sacarle todo y ahora van a juicio

Lo que dice el Código Civil

El artículo 1442 establece que “no se puede hacer cesión a los abogados o procuradores judiciales de acciones de cualquier naturaleza deducidas en los procesos en que ejercieren o hubiesen ejercido sus oficios”. Esto apunta a “preservar la rectitud en el desempeño de las actividades vinculadas con el manejo de los intereses ajenos, evitando la tentación del aprovechamiento ilegítimo que la confianza y los conocimientos sobre determinados asuntos confieren a quienes representan o patrocinan intereses de otros”.

En tanto el artículo 954 determina que “podrán anularse los actos viciados de error, dolo, violencia, intimidación o simulación” y acota que “también podrá demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación”.

La acusación de la Fiscalía

La Fiscalía imputó a Menci por al delito contemplado en el artículo 172 del Código Penal, que reprime con prisión de un mes a seis años, el que "defraudare a otro con nombre supuesto, calidad simulada, falsos títulos, influencia mentida, abuso de confianza o aparentando bienes, crédito, comisión, empresa o negociación o valiéndose de cualquier otro ardid o engaño".

En tanto el imputado sostuvo este martes, a través de los argumentos de su abogado, que no hay delito en lo actuado por Menci y que debe ser sobreseído.

La audiencia preparatoria pasó a un cuarto intermedio, para permitirle al juez Armando Martínez analizar en profundidad algunos detalles del expediente y, una vez reanudada, se resolverá fecha de inicio del juicio, siempre y cuando las partes no lleguen a un acuerdo.

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