Pedirán que se agrave la situación procesal de la enferma del Hospital General Las Heras, en Tupungato que le habría inyectado por error Lorazepam y Haloperidinol a un bebé de un año. El hecho ocurrió el 20 de junio, cuando la familia del niño lo llevó al centro médico por un cuadro respiratorio.
Los abogados de la familia del pequeño, Cristian Vaira Leyton y Agustín Magdalena presentarán un escrito a la Fiscalía del Valle de Uco para que se revea la imputación que le impuso a la enfermera que habría cometido el error y que fue imputada por el delito de delito de lesiones leves culposas.
Para los querellantes se trataría de lesiones graves culposas, en tanto las secuelas podrían afectan el normal desarrollo de un niño de tan sólo un año de edad, etapa crítica del neurodesarrollo, aunque un informe médico refiere un tiempo probable de curación menor a un mes de no mediar complicaciones.
Síntomas extraños
El 24 de junio pasado el bebé fue internado de urgencia y, poco después, comenzó a presentar síntomas que alertaron a los médicos. Al realizarle estudios, se detectó la presencia de psicofármacos en su organismo. El pequeño fue trasladado al Hospital Notti, donde permaneció varios días en terapia intensiva y luego pasó a sala común. Su evolución es favorable, aunque continúa bajo observación médica.
La enfermera, que habría reconocido su error en el momento y lo notificó a las autoridades del hospital, fue apartada preventivamente de su cargo. La fiscalía del Valle de Uco inició una investigación penal y formalizó la imputación por el delito de lesiones leves culposas, una figura que prevé penas excarcelables de entre 1 mes y 3 años.
El avance de la causa no incluyó su detención, ya que la pena en expectativa es baja y la profesional no tiene antecedentes. Sin embargo, seguirá vinculada a la causa y sin funciones en el centro de salud. Por su parte, el Ministerio Público Fiscal solicitó al Cuerpo Médico Forense una evaluación adicional para determinar posibles secuelas en el niño.
Según los querellantes, el informe del Cuerpo Médico Forense confirmó que Luca presentaba en sangre Lorazepam y Haloperidol, aunque afortunadamente se encontraba estable al momento del examen.
Por su parte, una médica tratante sostuvo que el bebé no tenía indicación para recibir psicofármacos y que los tratamientos estaban claramente asentados en la historia clínica. “El protocolo estaba claro: aerosolterapia, oxígeno, un corticoide y un antibiótico”, explicó en su declaración testimonial.