Piden urgente cambio del impuesto a los autos de lujo

Para no afectar a los modelos medianos, las fábricas reclaman elevar la base imponible.

Los empresarios del sector automotor quieren que el Gobierno eleve la base imponible del impuesto a los autos de lujo, de manera que se aplique a los autos suntuarios y no como sucede ahora que incide en una amplia gama de modelos y daña al conjunto de las ventas.

La alícuota fue modificada por el Congreso a fines de diciembre para gravar a los autos de alta gama pero, luego de la devaluación de enero y de un incremento de 25% de los precios de lista de los cero kilómetro, ya alcanza a un gran número de modelos medianos.

La propia Cristina Fernández admitió, de manera implícita, que quiere cambiar el esquema: "Si tenemos que corregir algo, lo vamos a corregir", dijo el sábado, durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

Según confiaron ejecutivos de terminales automotrices y dueños de concesionarias, la pretensión empresaria es que la base para calcular la alícuota de 30% de impuestos internos sea recalculada a partir del 18 de diciembre: si así fuera, los impuestos alcanzarían a vehículos de no menos de $ 210.000. Actualmente esa base es de $ 170.000 (sin contar el IVA ni la comisión).

El 18 de diciembre, el Senado dio sanción definitiva a un proyecto del Poder Ejecutivo que modificó la ley 24.674 de impuestos internos. Desde entonces, rige una alícuota adicional de 30% para los vehículos cuyo precio sin impuestos sea de $ 170.000 a $ 210.000. Cuando el valor de esos bienes supera los $ 210.000, la alícuota trepa al 50%.

Y cuanto más alto es el valor del vehículo, mayor es el porcentaje del impuesto interno: en el caso de un vehículo de US$ 50.000 ($ 400.000), el valor final termina siendo cercano a los $ 900.000.

Hasta ese momento, y durante varios años, las automotrices habían incrementado sus precios de lista al 1% mensual, ya que importan sus unidades o las autopartes en dólares que se pagan a precio oficial.

Para fines de 2013, a tono con una devaluación que se aceleraba, las terminales ya venían aumentando sus precios entre 2% y 3% mensual. Pero a mediados de enero, cuando el peso se devaluó más de 20% frente al dólar, los precios de los cero kilómetro pegaron el salto:

subieron, en promedio, 20%. Ya habían subido un 3% a principios de enero y las listas de precios de marzo llegaron con otro 3% de incremento. De modo que, sólo en lo que va del año, el precio de los cero kilómetro roza una suba acumulada del 30%.

Algo de ese impacto se nota en las ventas. Cuando se den a conocer las cifras de patentamientos de febrero, la caída interanual rondará el 12%. Parte de esa caída es porque hubo dos días hábiles menos que en febrero de 2013.

Pero, además, las concesionarias vendieron, en promedio, unos 2.740 vehículos por día. El año pasado, a la misma altura, vendían 3.300 vehículos diarios.

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