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El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, y el ministro de Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung Wha, coincidieron en exhibir "prudencia" a la hora de responder al lanzamiento, por parte de Corea del Norte, de varios proyectiles de corto alcance en el mar del Este, en lo que los analistas describen como un acto de frustración ante la parálisis de las conversaciones nucleares con EEUU.
"En lo que se refiere a los disparos del viernes, ambas partes han acordado gestionarlos con prudencia y seguir en contacto mientras siguen recibiendo datos sobre el lanzamiento", hizo saber el Ministerio de Exteriores surcoreano en un mensaje recogido por la agencia oficial de noticias del país, Yonhap.
También mantuvieron conversaciones el representante especial del Ministerio de Exteriores de Corea del Sur para los asuntos con el país vecino, Lee Do Hoon, y el representante especial de EEUU para Corea del Norte, Stephen Biegun, quien viajará a Seúl el próximo jueves en una visita oficial de dos días, desde Tokio.
Precisamente el ministro de Exteriores japonés, Taro Kono, también propuso "discreción" en la respuesta a este incidente, según los medios nipones.
Los proyectiles fueron disparados desde áreas cercanas a la ciudad costera oriental de Wonsan; un número todavía no confirmado, lanzados desde su sistema de lanzacohetes múltiples de 300mm, como parte de los ejercicios de sus unidades de artillería o para probar nuevos desarrollos en su sistema de armas.
Sea como fuere, parece una prueba similar a la ocurrida en marzo de 2014, cuando los norcoreanos lanzaron cuatro proyectiles de corto alcance, parte de un nuevo sistema de lanzamiento, los cuales volaron alrededor de 150 kilómetros. Los proyectiles del viernes han mostrado trayectorias similares a los lanzamientos de 2014.