Las claves de la histórica victoria de Godoy Cruz

Liga Profesional de Fútbol. El Tomba de Méndez le dio una paliza táctica-estratégica nada menos que al River de Gallardo y aquí va nuestro análisis.

En crecimiento. Martín Ojeda acaba de cambiar penal por el 1-0 parcial y recibe el efusivo abrazo de Badaloni y Ábrego. El Tomba cree. / Mariana Villa / Los Andes.
En crecimiento. Martín Ojeda acaba de cambiar penal por el 1-0 parcial y recibe el efusivo abrazo de Badaloni y Ábrego. El Tomba cree. / Mariana Villa / Los Andes.

Ganarle al River de Marcelo Gallardo no es algo que se dé muy a menudo. Y mucho menos con la supremacía y la autoridad con la que lo hizo Godoy Cruz el sábado por la noche en el Feliciano Gambarte. El Gallego Méndez ideó un planteo inteligente que sus jugadores ejecutaron a la perfección.

1 El juego directo. Godoy Cruz mostró un juego protagónico no tanto desde la posesión sino desde la determinación. El Tomba dio siempre la sensación de ser un equipo que sabía lo que quería y, lo más importante, cómo conseguirlo. Menos elaboración, más ataques directos. Una vez recuperado el balón fue vertical para ir en busca del arco del Millo. Así llegaron los goles, que pudieron ser más.

2 El pressing. Con la coordinación y armonía que exige ese recurso táctico, el Tomba logró reducir los espacios de maniobra de River a la mínima expresión. Ante cada posesión de un jugador de la Banda, siempre había dos o tres del bodeguero para cortar las líneas de pase de ese juego interior que suele ejercer el Millo, que ante tampoco pudo hacerse fuerte en el juego por los costados.

3 Las diagonales de Ojeda. Partiendo desde la derecha hacia el centro con sus constantes desmarques en ruptura, el zurdo marcó sendos excelsos pases de Acevedo, primero (en la jugada que derivó en el penal de Armani sobre él), y de Lomónaco, después. En el 2-1 picó desde el centro hacia afuera y le hizo perder referencia a Maidana. Ese tipo de jugadas fueron moneda corriente durante toda la noche y tanto él, como Lomónaco y Colmán, sacaron petróleo de la pasividad defensiva de Vigo, Maidana, Pinola y compañía.

4 La firmeza defensiva. Si algo hizo muy bien el Tomba en la faz defensiva fue juntar líneas y presionar a los poseedores y potenciales receptores del balón en River. A eso se le sumó la tremenda labor de la nueva zaga central compuesta por Breitenbruch y González (sustituyó al lesionado Guillermo Ortiz), quienes no le dieron un centímetro a un goleador como Federico Girotti. El único que logró desequilibrar en ese campo de acción fue el bueno de Julián Álvarez.

5 El nivel de Juan Espínola. Consolidado en un puesto que venía arrastrando rendimiento muy irregulares en tiempos no muy lejanos, el arquero paraguayo ratificó su gran momento: tapó dos remates de Julián Álvarez con claro destino de red, estuvo bien ubicado en otro de Palavecino y se mostró muy seguro en cada centro. Nada que hacer en el golazo deRiver. Desde su estadía en el club su nivel ha ido de menor a mayor.

6 La lectura desde el banco. Ante un estratega como Gallardo, Méndez demostró de qué material está hecho. Cuando el DT de River mandó a la cancha a Carrascal, Enzo Pérez y Angileri -justo en el mejor momento de la visita en el desarrollo- el Gallego mandó a la cancha a Manuel Llano y lo ubicó por delante de Elías López para contener las proyecciones y los centros a la carrera del juninense, un arma fundamental en el Millonario. Minutos antes, el adiestrador tombino había puesto piernas frescas en el medio: Bruno Leyes por Gonzalo Ábrego, que hicieron un gran desgaste.

7 Dinámica y apoyos. El Expreso exhibió una gran dinámica en la mitad de la cancha tanto para las coberturas defensivas como para los apoyos en ataque en las acciones de presión. El doble cinco conformado por un verdadero pacman como Acevedo y Ábrego, el menos posicional, es una de las variantes que mejor le están funcionando al equipo de Méndez.

8 Recambio ofensivo. Si Martín Ojeda es la descarga casi siempre al espacio, el llegador para romper líneas y darle peso a ese ataque directo, Ramírez, Lomónaco, Colmán y Badaloni también se están constituyendo en jugadores clave para el funcionamiento. Los dos primeros aportan mucho en el uno contra uno. Y los dos centrodelanteros, con sus características distintas, le dan opciones al Gallego. El nexo entre ellos es Ezequiel Bullaude: panorama, sacrificio y gol.

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