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Unos se quejan de las largas colas, otros de la política, otros especulan con el nuevo sistema electoral que convierte las elecciones en un acertijo. Italia eligió ayer un nuevo Parlamento y se encuentra ante una gran incertidumbre: ¿Quién podrá formar Gobierno?
Sin embargo, la mayoría de los italianos no tiene muchas esperanzas puestas en los comicios. “Acabe como acabe, será malo”, dice Adriano L. mientras deposita su voto en Roma. “Todos estamos muy preocupados”.
En muy pocas ocasiones ha habido una campaña electoral con menos ideas, más mala y más polémica que esta. No solo porque Silvio Berlusconi, quien acercó a Italia a la bancarrota, vuelve a desempeñar un importante papel, sino también porque los partidos populistas eurófobos están llamando a la puerta del Gobierno.
El Gobierno socialdemócrata de Paolo Gentiloni, hasta ahora cercano al bloque europeo, se encuentra ante un montón de ruinas. Y partidos como el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) o el ultraderechista La Liga podrían cosechar un enorme éxito.
Lo que ocurrirá después con Europa es un misterio. En cualquier caso, tanto el M5S como La Liga consideran que la miseria de Italia se debe en gran medida a Europa.