El ex arquero del seleccionado argentino Carlos "Chiquito" Bossio afirmó hoy que es "verdad" que la pelota no dobla en Quito, donde el equipo nacional se jugará mañana la clasificación al Mundial Rusia 2018 en la última fecha de las Eliminatorias Sudamericanas.
"Es verdad que la pelota no dobla en Quito. En uno de los goles que me hicieron, no vi la pelota. Si me quedaba quieto, me arrancaba la cabeza", dijo el ex guardameta de Lanús, quien fue parte del representativo nacional cuando perdió (2-0) en la competencia hacia la Copa del Mundo de Francia '98, bajo la dirección técnica de Daniel Alberto Pasarella.
Justamente, el entrenador instaló la frase "la pelota no dobla" en la conferencia posterior a esa derrota en el estadio Olímpico Atahualpa.
Por ese entonces, el ciclo del "Kaiser", que posteriormente terminó como primero de la clasificación (sin Brasil en la misma por haber sido campeón en USA '94), era fuertemente cuestionado por la mano dura que imponía al plantel y la derrota en el comienzo del camino mundialista.
"Ahí tenés que llegar siete días antes o sobre la hora porque es imposible. Encima a nosotros nos pusieron a jugar a las 11 de la mañana en el estadio Atahualpa, con 40 grados de temperatura, nos bajamos del avión y fuimos a jugar y el cuerpo no nos respondía", recordó Bossio, quien padeció los goles de Alberto Montaño y Eduardo Hurtado.
Argentina, que deberá ganar para asegurarse por lo menos un cupo en el repechaje sin depender del resultado de otros seleccionados, cuenta con un historial complicado en Quito, donde apenas ganó una vez (en 2001), igualó en dos ocasiones y cayó en otras tres presentaciones.
Bossio, subcampeón olímpico en los Juegos de Atlanta 1996 y campeón Panamericano en Mar del Plata 1995, aseguró que el cuerpo no les daba.
"Lo veía en varios compañeros míos. La jugada que más recuerdo es una en la que le alcancé la pelota al "Flaco" (José Luis) Chamot, como en cualquier partido normal, y se le fue hasta la mitad de cancha. La pelota al no tener resistencia del aire viaja de otra manera".
En relación a cómo pueden padecer la altura los actuales arqueros Sergio Romero, Nahuel Guzmán y Agustín Marchesín, integrantes del plantel albiceleste, sostuvo que cuanto menos se hable "es mejor" para evitar "hacerse la cabeza".
"Los ecuatorianos están más acostumbrados. No es lo mismo entrenarse ahí o ser del lugar, que llegar y jugar un partido cada cuatro años en esas condiciones", finalizó Bossio.