La mendocina Estefanía Banini (24 años) no sólo hizo bailar a las jugadoras brasileñas, sino que fue advertida por la árbitro para que no “provocara”. Pero digan ustedes si lo que hizo fue provocar, porque en un video parece que ella danza.
“La Messi” o “la Chuky”, como algunos prefieren decirle, por su picardía detrás de esa carita angelical, sigue sorprendiendo igual que como lo hizo en la edición anterior de la Copa América. A quienes no la conocían, aquí se la presentamos.
Es la menor de una familia de deportistas. Nació futbolísticamente en el Club Cementista, al cual llegó con cinco años. Y pese a la resistencia de su mamá Elizabeth, la pequeña niña de ojos claros no dejó de pisar la pelotita.
Alguna maceta de mamá debe haber escondido después de romperla con un pelotazo. Pero todo se le perdona a la niña dotada.
Fue papá Tito (ex jugador de fútbol, en el medio mendocino) quien la llevó al club cerca de casa. En esa época, su hermano Hernán también practicaba fútbol de salón (actualmente es jugador de voley en la Primera del Club Mendoza de Regatas). Los hermanos iban juntos, pero ella estaba sola entre varones.
Fue integrada y admirada por sus compañeros, que luego debió dejar por la diferencia física una vez adolescente. Y siempre agradecida de su entrenador Eduardo “Perico” Pérez, ex jugador de Godoy Cruz y profe de Educación Física.
La separación no cortó la amistad, pero ella debió dar el paso porque la fuerza no era la misma, pese a su habilidad.
Banini jugó por primera vez el fútbol de campo para Huracán Las Heras, aunque su gran amor fueron Las Pumas. Desde allí, dio el salto.
Primero, con el Mundial de Corrientes 2006 de fútbol de salón, donde Región Andino salió subcampeón. Allí compartió formación con su hermana Paola, quien luego se definió por el voley.
Luego, con la Sub-20 (conducida por Carlos Borello), y tras eso, a la Selección mayor donde la denominación de “La Messi” tomó fuerza en Ecuador, durante la Copa América 2010.
Al cabo de aquella experiencia, pasó al Colo Colo donde actualmente juega, logrando títulos nacionales e internacionales. Entre ellos la Copa Libertadores femenina en 2012.
En resumen, esta es nuestra Estefanía Banini. Ahora está esperando el cuadrangular de la final para definir la Copa América 2014, en Ecuador. Pero mientras tanto, muchos se comen las uñas, sobre todo su papá Tito.
“Mi nena”, dijo, “es un orgullo enorme, no sólo porque le dicen Messi -eso es relativo- si no porque está vistiendo esos colores haciendo lo que hace”.
-¿Viste el video del partido?
-Sí, y me dijo que eso lo hizo desde el principio, por eso tuvo la advertencia del árbitro. Le dije que le iban a pegar y se reía. Está feliz porque está cumpliendo otro sueño.
Mientras que, sobre del equipo, Tito comentó: “Están ansiosas esperando el miércoles para jugar con Colombia. De ganarle, estarán más cerca de una final”.
-¿Y qué te gustaría decirle en este momento?
-Qué la amo con mi corazón. Estoy orgulloso de ella.