Vuelo controlado: Menos riesgos, más diversión

El pasado fin de semana se vivió en Mendoza una de las fiestas más importantes de los últimos años. La llegada de Hernán Cattaneo luego de casi dos años de pandemia resultó ser toda una celebración y terminó con un final feliz para todos.

Ello se lo debemos en parte a la labor de la organización Vuelo Controlado. A medida que pasan los años, dicha propuesta gana más terreno en las fiestas electrónicas y el reconocimiento del público los hace crecer exponencialmente.

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Aunque, ¿de qué se trata? Vuelo controlado es una organización que nace a raíz de la Time Warp, una fiesta electrónica que terminó con cinco jóvenes fallecidos en circunstancias aún desconocidas.

Y aunque muchos alegaron directamente al consumo de estupefacientes, la realidad es que las condiciones estaban dadas para que algo saliera mal. Sin ventilación, sin acceso al agua corriente ni en la barra y sin una contención sanitaria cerca.

Fue a partir de esta tragedia, ocurrida en 2016, que la psicóloga Verónica Chrabolowsky piensa en una posible respuesta a una pregunta latente por mucho tiempo.

“Lo que saltó en evidencia, en mi humilde punto de vista, fue la falta de responsabilidad de las productoras de considerar los lugares de ocio como un lugar donde hay que cuidarle la salud también a los asistentes porque las condiciones son condiciones que de alguna forma pueden atentar contra la salud”, explica la coordinadora general del proyecto, quien inició oficialmente su participación en las fiestas en 201

Con ya algunos años de experiencia en el medio y una preparación destinada a reducir los daños que pueden provocar las circunstancias desfavorables, Verónica empleó un proyecto que cubría los baches que las productoras no podían solventar.

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“Soy psicóloga, me resonó y pensé que podrían haber existido dispositivos de prevención para que estas cosas no pasen. Es una locura que una persona vaya a una fiesta y vuelva muerta, toda actividad conlleva riesgos, pero hay un montón de cosas que se hacen para prevenir lo previsible”, dice segura.

“Empecé a investigar qué se hacía en distintas partes del mundo, algo había visto en viajes también y me fui encontrando con distintas organizaciones del mundo, textos, libros de reducción de riesgos y daños, que no es algo nuevo.”

Si hablamos de desafíos, desde el comienzo fue uno. Empezar algo de cero que en Argentina ni siquiera se conocía o se tenía presente fue completamente el paso más complejo.

“Creo que el desafío fue aplicarlo en Mendoza a las fiestas electrónicas. Primero porque desde el consumo de sustancias existe una postura prohibicionista, me pasó ir a una entrevista y seguir escuchando gente que diga que prefiere que su hijo muera antes que consuma drogas. Y más allá de la postura, tenés que tener ciertas posibilidades. Es una realidad que existe, el consumo de sustancias legales e ilegales, donde hay toda una problemática alrededor porque hay sustancias psicoactivas ofrecidas por la sociedad”, dice la coordinadora, refiriéndose a sustancias como el alcohol.

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Pero insiste y resalta que, “más allá de poner en discusión el objeto y drogas, es que existe y hay que atenuar los riesgos relacionados al consumo que existen. Y una forma de atenuar es tener información clara y concisa basada en evidencia, el cual es uno de los objetivos principales de Vuelo Controlado.”

Del dicho al hecho

Claro que la preparación previa llevó mucho tiempo. Casi dos años después de investigar, preparase, capacitar un equipo y sentirse completamente segura de estar lista para dar el paso, comenzó la carrera.

Bajo el lema ‘menos riesgos, más diversión’, en 2018 comenzó el trabajo de hablar con productoras y consiguieron su primera fecha con Stephan Bodzin. Resultó ser todo un éxito y fue donde comenzó a presentarse su stand en las diferentes fiestas masivas de música electrónica.

“Sin dudas la gente de Mendoza nos conoce. El fin de semana pasado, donde había un gran porcentaje de otras provincias, nos conocieron ahí. Tuvimos muchas repercusiones, buenas respuestas y devoluciones. La gente sabe que estamos ahí, se sienten protegidos.”

Sus políticas, además de la prevención, es entender que el hecho de que se trate de un espacio de ocio, no significa que todo vaya a salir completamente bien.

Verónica remarca constantemente que no siempre las dificultades tienen que ver con el consumo de algunas sustancias, sino que en muchos casos, las condiciones del ambiente son las que pueden perjudicar a la salud.

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“Una situación en un espacio de ocio tiene muchos factores que influyen. Muchas veces son fiestas muy largas, la seguridad, los servicios de salud, el agua corriente, que hasta cierto momento actuaban de forma muy desarticulada y un poco, yo creo, que la función de Vuelo ha sido articular esos diferentes factores.”

La labor de Vuelo Controlado

En primera instancia, Verónica remarca que el punto principal y más importante es la prevención. “Consideramos que hacer una buena labor de prevención hace que después haya pocos casos. Mientras menos casos hay es porque mejor labor previa hiciste.”

Compartiendo información, banners sobre diferentes cosas a tener en cuenta relacionado a lo físico y algunos consejos a la hora de llevar adelante una fiesta de estas características, son algunas de las políticas que toma en primera instancia Vuelo Controlado.

Por otra parte, el apoyo y acompañamiento de los asistentes es otro de los eslabones de esta cadena. “Hay una problemática mundial que es lo poco que se sabe sobre la composición de ciertas sustancias, muchas veces hay efectos no deseados que aparecen con los consumos”, explica.

Por lo mismo, remarca que muchas veces se obtienen resultados diferentes dependiendo de factores puramente físicos, psicológicos, emocionales. “Son situaciones de grado medio que quizás no requieren ambulancia, pero si requieren de un espacio físico tranquilo, donde la persona pueda bajar un cambio y que ese estado desagradable desaparezca. Nosotros tenemos ese espacio físico, un espacio de descanso y recuperación donde están todos los voluntarios capacitados para contener esa situación.”

Además, aportan otros factores que colaboran con el público como es el aporte de azúcar repartiendo frutas durante el evento, incentivan a la hidratación basándose no sólo en el alcohol y permanecen atentos al estado de sus asistentes.