Wanda Nara viajó a Europa hace una semana por motivos laborales, donde inició su itinerario en Milán para asistir a una audiencia de divorcio con Mauro Icardi. Mientras tanto, sus cinco hijos quedaron al cuidado de su padre y su hermana Zaira Nara.
Wanda Nara se encuentra de viaje en Europa. Debido a ello su hermana quedó al cuidado de toda la familia.
Wanda Nara viajó a Europa hace una semana por motivos laborales, donde inició su itinerario en Milán para asistir a una audiencia de divorcio con Mauro Icardi. Mientras tanto, sus cinco hijos quedaron al cuidado de su padre y su hermana Zaira Nara.
Durante el fin de semana, Zaira se trasladó con sus hijos, Malaika y Viggo, para compartir momentos con sus sobrinos, capturando escenas íntimas de convivencia que luego publicó en redes.
En las imágenes compartidas, se ve a los niños jugando juntos en un entorno doméstico distendido. Una de las postales muestra a Malaika y Viggo jugando con sus primas mientras acarician un loro verde que sostienen con cuidado. En otra foto, los chicos posan con Zaira frente a un espejo de cuerpo entero en el hall de entrada del edificio.
Uno de los momentos más comentados fue un video donde Andrés Nara, el padre las hermanas Nara, y su hija Zaira toman mate en el living, entre bromas dirigidas a la conductora de televisión. Con tono humorístico, Andrés dice: “El loro no entiende nada”, en referencia al animal que se movía curioso por el ambiente. “Bueno, nos dejaron acá” comentó Zaira.
La escena continuó con más risas y frases: “O sea, Wanda en Milán y nosotros acá con el loro”, dice Zaira, a lo que Andrés agrega: “Y Nora en Italia”. El remate final de Zaira, “Nos re cagaron”, cerró el intercambio en tono cómico y familiar.
El loro al que hacen referencia fue un regalo de Juan Carlos Icardi, abuelo materno de las niñas, entregado durante una visita a Rosario el 25 de mayo. Bautizado como PP, el ave se convirtió en una figura central en la dinámica doméstica. A diferencia del trato habitual, no vive enjaulado, sino que recorre libremente la casa.
Las niñas prepararon una “casa” simbólica para él: una caja de cartón decorada con la frase “Casa de PP, te amamos”, acompañada de un recipiente con forma de corazón donde bebe agua. Una imagen en particular resume la ternura del vínculo: una de las niñas, en pijama, posa junto al loro, donde mostró sorpresa y alegría al mismo tiempo.
Este episodio doméstico y mediático puso en primer plano la convivencia familiar extendida mientras Wanda cumple con compromisos fuera del país. Las publicaciones compartidas no sólo documentaron el cotidiano, sino que lo transformaron en una narrativa visual de pertenencia.