Tributo imperdible a Charly García: Sebastián Furman interpretará la trilogía dorada de los años 80

Este viernes, el teatro Independencia recibirá a uno de los proyectos tributo a Charly García más aplaudidos. Un viaje por los primeros tres discos suyos como solista.

Hay artistas que definen épocas. Otros que las rompen. Y después está Charly García. Este viernes 6 de junio, a las 21, el Teatro Independencia de Mendoza será testigo de un ritual muy esperado, una celebración a la altura de quien supo componer el soundtrack emocional de varias generaciones. “La canción sin fin”, el espectáculo ideado por Seba Furman, llega tras una gira extensa por el país y Europa, para homenajear a uno de los músicos más importantes de la historia argentina.

Las entradas pueden adquirirse en www.entradaweb.com o en la boletería del teatro. Los valores son: $32.000 para Platea Baja (Filas 01 a 07); $28.000 en Platea Baja (Filas 08 a 16) y Palcos Bajos; $25.000 en Platea Alta y Palcos Altos; $20.000 en Tertulia y $15.000 en Paraíso.

La propuesta se desprende del podcast homónimo que Furman lanzó hace algunos años. Allí se sumerge —con una devoción a la altura de su bagaje musical— en los discos "Yendo de la cama al living" (1982), "Clics modernos" (1983) y " Piano Bar" (1984). Tres álbumes que no solo marcaron el ingreso definitivo de Charly a su carrera solista, sino que también dibujaron un nuevo mapa sonoro para el rock argentino en plena posdictadura.

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El show promete algo más que nostalgia: es una inmersión en la arquitectura invisible de esas canciones que siguen latiendo en la cultura popular. Es una experiencia viva, con interpretación en tiempo real de clásicos como "Demoliendo hoteles", "Los dinosaurios", "Nos siguen pegando abajo" y "Yendo de la cama al living". Todo calibrado con una banda que integran también Andrés Rot en bajo, Rocío Katz en teclados y voces, Juan Archoni en guitarra y Sebastián Quintanilla en batería

La fábrica de sonidos

“A Charly me lo presentó María Nidia Ursi Ducó, mi maestra de música de la escuela primaria, cuando nos enseñó 'Necesito'", recuerda con Los Andes Seba Furman. Músico, compositor, docente y cerebro detrás de este homenaje que ya lleva más de dos años de ruta, define: "Esa canción generaba algo muy lindo en el aula, nos ponía de buen humor. Creo que la música bella hace eso, incluso la 'triste'. Más que homenajearlo, Charly es una escuela: me enseñó mucho —armonía, contrapunto, picardía—. Todo eso lo quise compartir, y por eso hice el podcast y luego el espectáculo".

-¿Cuál es la aproximación que hacen al legado de Charly en materia musical: lo reversionan, intentan recrear los arreglos de forma textual, intentan darle un vuelo propio...?

-Respetamos los arreglos originales, pero también tenemos libertad —en los solos, por ejemplo—, y sobre todo trasladamos y modificamos cosas que funcionan mejor para el vivo que para un disco.

-Al margen de la pregunta anterior, ¿cuál es el mayor desafío de interpretar las canciones de Charly en vivo?

-Uf, varios. Son muchas capas de cosas: los sintetizadores, las voces, las líneas de bajos y guitarras, las pistas de la Roland TR-808... Es una música que requiere estudio para que suene bien. Y, aun así, viajamos con Ger, nuestro sonidista, que es muy responsable para que todo eso se arme.

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-¿Cómo responde el público en los shows? ¿Notás generaciones distintas que se acercan a la música de Charly a través de tus versiones?

-La respuesta es alucinante. Todas las generaciones vienen: desde abuelos que quizá vieron a Sui Generis en vivo hasta nietos que nunca lo vieron a Charly. La música nos conecta, y no hay edad para el disfrute y el aprendizaje.

-Charly es un artista que se reinventó muchas veces. Si tuvieras que elegir una etapa o un disco que sintetice su genialidad, ¿cuál sería y por qué?

-Bueno, por eso elegí esos primeros tres discos como solista. Porque ahí hay un resumen de lo que venía haciendo hasta 1982 —Sui Generis, La Máquina, Serú— y también empieza algo nuevo... más minimalista y con influencias de la nueva ola de los ’80. Sigue siendo fino, pero no es tan enroscado, podríamos decir.

-En la escena argentina hay una efervescencia de proyectos que tributan a los grandes del pasado y el presente. ¿Qué creés que explica el fenómeno?

-Creo que es la valoración por el tiempo que pasó y también la falta de una música nueva que tenga ese vuelo. Hay cosas, pero el mainstream está muy cooptado por las expresiones más básicas, que tienen el foco puesto más en pegarla en TikTok que en hacer una obra profunda y con una búsqueda. Eso requiere tiempo y esfuerzo, y hoy ninguna de las dos cosas está muy a la mano...

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