El jugador de fútbol sorprendió con un pedido que presentó ante el tribunal italiano, una jugada que Wanda no esperaba que ocurriera en Europa.
La audiencia judicial entre Wanda Nara y Mauro Icardi en el marco de su divorcio finalizó tras más de tres horas en tribunales italianos. Fue el primer encuentro cara a cara en meses entre la mediática y el futbolista, que empezó con la llegada de la mediática en un Lamborghini rosa.
Icardi se presentó con un objetivo claro de buscar que la Justicia reconozca el supuesto adulterio de su exesposa con dos futbolistas, a quienes él habría señalado como Federico Fazio y Keita Baldé.
Aunque por el momento no trascendió una resolución definitiva del tribunal, sí se conoció uno de los pedidos más contundentes que hizo Icardi ante el juez, y que habría sorprendido por completo a Wanda. El delantero del Galatasaray solicitó la tenencia total de las dos hijas que tiene en común con su exesposa, Francesca e Isabella.
La información fue revelada por Giuseppe Di Carlo, abogado de Wanda Nara en Italia, durante un contacto con el periodista Guido Záffora. Según explicó el letrado, Icardi pidió ante el tribunal que sus hijas vivan con él en Turquía y con su actual pareja, la China Suárez. Esta intención habría generado malestar y desconcierto en el entorno de Wanda, ya que representa un giro drástico en el rumbo de la disputa judicial.
En el marco de la audiencia, Icardi habría intentado sustentar su pedido con una serie de pruebas que, según trascendió, apuntan a demostrar comportamientos impropios por parte de Wanda. Entre ellos, presentaría supuestos vínculos sentimentales que la empresaria mantuvo durante su matrimonio.
Por su parte, Wanda se presentó al juzgado con un look que no pasó desapercibido: traje gris, camisa blanca y corbata, muy similar al que usó Amber Heard durante su juicio con Johnny Depp. La elección de su outfit, según algunos, fue leída como un mensaje velado a su ex, quien en reiteradas ocasiones se mostró públicamente alineado con el relato del actor estadounidense.
La tensión entre ambos continúa en aumento y el foco ahora está puesto en la decisión del tribunal. Más allá de lo económico, lo que se discute es la vida cotidiana de dos menores.