Sharon Osbourne no solo es reconocida como una figura de la televisión británica y una personalidad mediática, sino que es también la mente estratégica que salvó y relanzó la carrera de una leyenda del rock: su esposo, Ozzy Osbourne.
Detrás del excéntrico y a veces caótico "Príncipe de las Tinieblas", hubo una arquitecta silenciosa que lo guió desde la oscuridad del colapso personal hasta el estrellato global.
Sharon Osbourne no solo es reconocida como una figura de la televisión británica y una personalidad mediática, sino que es también la mente estratégica que salvó y relanzó la carrera de una leyenda del rock: su esposo, Ozzy Osbourne.
La historia entre ambos comenzó en los años 70, cuando Sharon era apenas una joven en el entorno musical de su padre, Don Arden, por entonces representante de la icónica banda Black Sabbath. En 1979, Ozzy fue despedido de la banda debido a su adicción a las drogas y el alcohol, lo que lo llevó a un espiral autodestructivo. Fue entonces cuando Sharon, decidida y con una visión clara, intervino. Lo animó a reconstruirse, asumió su representación artística y plantó la semilla de lo que sería su carrera como solista.
Con Sharon al mando, Ozzy grabó Blizzard of Ozz, un disco que no solo fue un éxito de ventas, sino que también marcó el inicio de una nueva etapa musical.
Sharon fue quien eligió a músicos como el talentoso guitarrista Randy Rhoads y quien manejó cada detalle detrás del escenario. Su rol no se limitó a lo profesional: en 1982, tras el divorcio de Ozzy, ambos se casaron y comenzaron una relación que sobrevivió crisis personales, recaídas, y una exposición pública sin precedentes.
En 1996, luego de que el festival Lollapalooza rechazara a Ozzy, Sharon decidió crear su propio evento: Ozzfest. Este festival no solo le devolvió visibilidad a su esposo, sino que también se convirtió en un fenómeno cultural, anticipando la ola de festivales de rock que dominarían la escena en las décadas siguientes.
Ya en los años 2000, Sharon volvió a demostrar su olfato para el negocio. Produjo el reality The Osbournes, un show de MTV que mostraba la vida cotidiana de la familia y que rompió moldes en la televisión, marcando el inicio de una nueva era de "celebrity reality shows". Con su éxito, Sharon se reinventó como personalidad mediática: fue conductora, jurado en The X Factor y America’s Got Talent, autora de libros y una voz influyente en la industria del entretenimiento.
Ahora, con el retiro definitivo de Ozzy de los escenarios y tras décadas de trabajo conjunto, Sharon también anunció su salida del mundo del espectáculo.