José María Muscari sufrió una descompensación el miércoles 26 de junio durante la grabación del programa Pasapalabra, que conduce Iván de Pineda en Telefe. El episodio, que generó preocupación en el estudio y entre usuarios de redes sociales, obligó a interrumpir la grabación y trasladarlo en ambulancia.
Desde el ciclo Sálvese Quien Pueda (América TV), Yanina Latorre informó que el director teatral fue reemplazado de inmediato por Pachu Peña, quien ya había participado del programa en otras oportunidades.
¿Hicieron trampa en Pasapalabra? "Esta vez te la dejo pasar", dijo Iván de Pineda
El estado de salud de José María Muscari
Más tarde, fuentes cercanas a Muscari informaron a Teleshow que se encuentra estable y que la descompensación fue consecuencia de una suba de presión que derivó en un sangrado nasal. El incidente ocurrió apenas un día después de que Muscari compartiera públicamente su alegría por haber aprobado el examen de manejo junto a su hijo Lucio.
Mandaron al frente a una productora de “Pasapalabra” e Iván de Pineda le pidió explicacion
Su vida personal
En redes sociales, Muscari relató el proceso que atravesó junto a Lucio para obtener la licencia de conducir. Contó que habían decidido encarar ese desafío como una actividad compartida, tomando clases teóricas y prácticas en la academia Maneja2. “Dijimos con Lucio, vamos a hacer una actividad padre hijo, que es aprender a manejar juntos y ahora ya tenemos carnet, chochos”, contó, donde remarcó la alegría del momento. El director obtuvo su licencia a los 48 años, mientras que Lucio la consiguió a los 17.
José María Muscari, víctima de un robo millonario
Muscari también reflexionó sobre el valor emocional del logro conjunto, considerando que había intentado rendir el examen en el pasado sin éxito. Explicó que fue Lucio quien lo motivó a retomar el proyecto con una propuesta directa: “¿Por qué no lo hacemos juntos?”.
A partir de ese gesto, narró cómo ambos se alentaron mutuamente en cada etapa del proceso, desde el estudio hasta el momento de rendir, y destacó cómo el hecho de convertir la meta en un proyecto compartido modificó completamente su percepción de la dificultad. “Particularmente hoy siento como que tanto mi hijo como yo estamos contentos de haber logrado algo juntos”, concluyó Muscari.