16 de febrero de 2025 - 01:00

Los crímenes de Åre: ¿vale la pena ver la serie policial que es sensación en Netflix?

El reciente estreno es una producción sueca del género "policial nórdico", que se suma a una interesante cantidad de series de gran nivel. Pero, ¿vale la pena?

Hay un género, más bien subgénero, o más precisamente un sub-subgénero, que tiene seguidores en todo el mundo y que las plataformas de streaming se preocupan por nutrir con producciones diversas. Hablamos del “policial nórdico”, también conocido como “noir escandinavo” (por la asociación con el género literario que han practicado renombrados autores como Henning Mankel, Stieg Larsson o Camilla Läkberg).

La asociación con el género noir, que en el cine dio durante los años 40 y 50 del siglo pasado verdaderas obras maestras, no deja de ser curioso. Hay también ambientes opresivos en las historias, hay personajes llenos de contradicciones y se escapa a los caracteres uniformes: siempre hay buenos un poco malos y malos un poco buenos. Pero, las calles mojadas por las lluvias, las lámparas que apenas iluminan, el humo de los cigarrillos, los detectives con sobretodo y la ambientación nocturna son trocados en las series de TV que cultivan este estilo por algo muy distinto. Hay calles llenas de nieve, autos modernos y con GPS, camperas infladas, gorros de lana y la luz de exteriores es reflejada por cadenas montañosas. Y hace, siempre, mucho frío.

De la colección de atractivas series que han visto la luz (y la nieve) en los últimos años podemos destacar, entre tantas, Los asesinatos de Valhalla, El caso Hartung, Deadwind, la excelente Trapped (no su continuación, Entrapped) o El joven Wallander.

A ese rosario atractivo de personajes e historias atrapantes intenta sumarse ahora Los crímenes de Åre, flamante estreno de Netflix que presenta, en cinco capítulos, dos historias de asesinatos ambientadas en el aparentemente tranquilo pueblo turístico que aparece en el título.

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Basada en las novelas de Viveca Sten, la historia muestra a Hannah (Carla Sehn), una detective de Estocolmo (Suecia) bajo investigación que llega a este lugar para descansar, justo cuando se reporta la desaparición de una joven. Se une, entonces, al policía local interpretado por Kardo Razzazi y juntos buscarán resolver el enigma. Los tres primeros capítulos están dedicados al caso Muerte en las montañas y los dos últimos, al caso de Muerte en las sombras.

Los ingredientes de Los crímenes de Åre, sin embargo, no sirven para conformar un buen menú. A diferencia de sus antecesores de género, esta serie adolece de muchos problemas que pueden resumirse en una sola palabra: superficialidad. La historia es chata, la narración escapa a la intriga y parece contentarse presentando las cosas de modo que se resuelven sin que jamás hayan alcanzado siquiera a resultar misteriosas. A eso se suma que los personajes están trazados de manera tan pobre que parecen meros nombres sin contenido. Ni siquiera el trabajo visual consigue ofrecer más que algunas montañas de fondo y mucha nieve.

Así, al ver Los crímenes de Åre, la frialdad del paisaje parece imponerse, pero en la concepción de la historia y su desarrollo. No es la primera vez que una serie producida por Netflix demuestra estos problemas. Es, parece, el signo de los tiempos y de las plataformas.

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