1 de diciembre de 2025 - 00:00

Lunlunta y la inseguridad

Lunlunta ha sido tradicionalmente un lugar seguro, cuidado por su comunidad y acompañado por autoridades que entendían el valor de su equilibrio ambiental, cultural y económico. Un distrito donde la vida rural, la flora y la fauna convivían con armonía, dando identidad a una zona que generaciones enteras han elegido para vivir y prosperar. Hoy, ese equilibrio aparece alterado.

Lunlunta, ese oasis de naturaleza y serenidad en el corazón de Maipú atraviesa un momento de preocupación. En los últimos años, los vecinos venimos sufriendo un creciente número de hechos de inseguridad que han alterado la vida cotidiana del distrito. A pesar de los reclamos, y de que el Ministerio de Seguridad coordinó en su momento con la subcomisaría de la zona la realización de rondines de patrullas, los cuales se realizan, pareciera que aún no se han tomado otras medidas para revertir la situación.

Se suceden episodios que van desde robos y hurtos hasta daños en la propiedad privada. Estos hechos no solo representan pérdidas materiales, sino también la ruptura de la tranquilidad que históricamente caracterizó a Lunlunta.

Las causas de este incremento de la criminalidad son variadas y deberían ser analizadas por las autoridades y por especialistas. Sin embargo, en esta oportunidad, el pedido es concreto: medidas concretas que permitan recuperar la seguridad perdida.

Hace algunos días, varios medios provinciales publicaron notas que advertían sobre otra problemática que ha venido modificando la dinámica del distrito. Por ejemplo, el avance de establecimientos destinados a eventos que no estarían cumpliendo con las normativas para evitar ruidos molestos.

Lunlunta ha sido tradicionalmente un lugar seguro, cuidado por su comunidad y acompañado por autoridades que entendían el valor de su equilibrio ambiental, cultural y económico. Un distrito donde la vida rural, la flora y la fauna convivían con armonía, dando identidad a una zona que generaciones enteras han elegido para vivir y prosperar.

Hoy, ese equilibrio aparece alterado. Por ello, los vecinos hacemos un llamado firme pero esperanzado: que se implementen las acciones necesarias para que Lunlunta vuelva a ser el lugar que fue, el que soñaron nuestros abuelos y el que queremos heredar intacto a nuestros hijos y nietos.

* José Arturo Rey (DNI: 8.369.062) y Eduardo Colomer (DNI: 13.335.480).

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