Francisco y los comunicadores

El año pasado tuve la oportunidad de conocer, desde adentro, lo que es el mundo comunicacional del Vaticano, la Sala Stampa. Con más de cuarenta radios en distintos idiomas y dialectos, canales de televisión, los medios digitales, los gráficos tradicionales…. Hay mucho más.

Quienes ejercemos desde jóvenes el oficio de la comunicación, destacamos –a la distancia, por supuesto- la preocupación que siempre mostró Francisco por la correcta llegada de sus mensajes al pueblo.

Nos debatimos continuamente, desde nuestro lugar en el interior del interior, en nuestra buena fe, sobre cómo ser constructivos en los mensajes que emitimos. Y en esto, el Papa Francisco fue un faro de esperanza en que eso es posible.

Sus palabras, sus escritos, su mensaje, en definitiva, fueron siempre clarísimos, sin dudas ni claroscuros, aún a riesgo de caer mal a algunos, de pisar callos, de no caerles bien a varios.

Me impresionó gratamente su amplitud de criterios y respeto a todos: creyentes y los que no lo son, blancos, negros, hetero u homosexuales, la mujer en la Iglesia, su bregar por la paz.

Por ello Francisco decidió comprometerse personalmente con la comunicación.

El año pasado tuve la oportunidad de conocer, desde adentro, lo que es el mundo comunicacional del Vaticano, la Sala Stampa. Con más de cuarenta radios en distintos idiomas y dialectos, canales de televisión, los medios digitales, los gráficos tradicionales…. Hay mucho más. Pero esto nos puede ilustrar a la relevancia que le dio al servicio humano que podemos, y debemos, dar a la comunidad desde el oficio periodístico.

* Pedro Gerardi. Periodista. San Rafael.

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