La Legislatura provincial aprobó, con el consenso necesario, la suspensión de las elecciones primarias locales, en línea con lo dispuesto previamente por el Congreso con las PASO nacionales, respondiendo a una iniciativa del Ejecutivo Nacional. De esta manera este año y el próximo no se utilizará en Mendoza dicho mecanismo para la elección de legisladores y concejales departamentales.
La sanción dada por ambas cámaras tomó un proyecto de ley impulsado con anterioridad desde la oposición, pero la decisión de encarar tal modificación en el mecanismo electoral fue claramente en línea con el punto de vista del gobierno provincial. Se desprende, por lo tanto, que hubo coincidencias con lo promovido en su momento por el Ejecutivo nacional.
La suspensión tanto a nivel nacional como local de estas elecciones primarias queda por el momento como una contribución a la política de equilibrio en el gasto público promovida por el Gobierno en asocio con las provincias que se encuentran alineadas en tal aspecto. A ello se suma el detalle de la poca respuesta de los últimos tiempos a las distintas convocatorias a votar que viene mostrando la sociedad argentina. Este año, en los comicios organizados en varias provincias y en la ciudad de Buenos Aires prácticamente se ha promediado un 50% de respuesta a la convocatoria a votar, que sigue siendo obligatoria.
Desde este espacio de opinión, en varias ocasiones hemos respaldado el sistema de primarias como un modelo ordenador para que las agrupaciones partidarias resuelvan con el voto ciudadano sus diferencias internas. Sin embargo, también se debe admitir que resulta coherente la postura adoptada por las autoridades de nuestra provincia, que, si bien han reivindicado al sistema ahora suspendido como el método más indicado para la selección de candidatos, reconocen que no está en el ánimo de la ciudadanía concurrir a votar muchas veces en un mismo año, además de contribuirse con la suspensión dispuesta con una sensible reducción del gasto público.
También se debe agregar que le cabe la razón al gobierno nacional cuando aduce que en muchas oportunidades las primarias presidenciales o para cargos en el Congreso no han resuelto internas en la mayoría de los partidos, como se pretendía, al haberse presentado listas únicas, lo cual transformaba a dichas elecciones en una especie de gran encuesta ciudadana de alto costo, o en una primera vuelta no deseada originalmente. Una situación que no se produjo habitualmente en Mendoza, vale destacarlo.
En definitiva, la suspensión de las elecciones primarias del ciclo electoral de este año, tanto en el país como ahora también en Mendoza, debería constituir una solución transitoria. Y como hemos señalado en una anterior oportunidad, se debería luego de estos dos años dar paso a una definición en base a un debate profundo que derive en un sistema electoral consensuado y confiable.
La política debe contemplar siempre el pensamiento de la ciudadanía en todos los asuntos que hacen a su diario vivir. Y recordar que el rechazo existente hacia ciertas conductas de los dirigentes sólo se revierte aceptando sus reclamos.