13 de febrero de 2025 - 00:00

No bajar los brazos en la protección de la fauna

Mendoza rescató 16 mil animales de la fauna autóctona en una década, merced a la realización de más de 5.000 operativos en ese lapso, salvando a especies clave de nuestra región. Las acciones en este sentido destacan la importancia de la conservación de la biodiversidad.

Hay noticias que revelan indicios favorables en cuanto a la protección de la fauna autóctona de Mendoza, toda vez que por distintos medios se están salvando animales de la caza furtiva y de su captura ilegal para la venta.

Pero, el combate en este campo de la realidad ambiental nunca será bastante en razón de la vastedad del terreno a controlar y porque los encargados de la vigilancia y el control nunca serán suficientes.

Las autoridades de la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque (antes Dirección de Recursos Naturales Renovables) han revelado que la provincia llevó a cabo más de cinco mil operativos en una década, logrando rescatar o amparar a más de 16.000 animales.

El tráfico de fauna silvestre no sólo atenta contra las especies capturadas, sino que también amenaza los delicados equilibrios de los ecosistemas. Muchas de las especies traficadas cumplen papeles fundamentales en la polinización, control de plagas y mantenimiento de la salud de los hábitats naturales.

La caza furtiva es la caza o pesca ilegal de animales o plantas, realizada en zonas protegidas o fuera de la temporada legal. Es una práctica que debe terminar. En ocasiones, animales rescatados llegan en malas condiciones o con lesiones debido a las actividades de la caza y la comercialización clandestina.

Por eso se debe actuar con la mayor dureza posible contra los infractores, quienes deben recibir sanciones legales severas, que incluyan multas económicas importantes.

El trabajo de los técnicos guardaparques y especialistas de Fauna Silvestre ha acumulado recopilar información para mejorar los procedimientos de rescate. Según datos oficiales, 75% de los animales rescatados son aves, como el siete cuchillos y diversas especies de jilgueros. En menor medida, los mamíferos y reptiles, como la tortuga de tierra, también son víctimas del comercio no permitido.

Por todas las razones apuntadas, hay que insistir en preservar la biodiversidad, que no debe ser un parámetro del sector oficial, sino que tiene que repercutir en la comunidad.

La biodiversidad de Mendoza enfrenta presiones constantes, y su preservación depende de la acción conjunta de diferentes sectores. En este sentido, son dignas de apoyo la prohibición de trampas para aves y la propuesta de declarar al “siete cuchillos” (Saltator aurantiirostris) como monumento natural de la Provincia.

La lucha contra el tráfico de fauna silvestre es, en última instancia, una batalla por preservar el patrimonio natural de Mendoza. Los avances logrados en los últimos diez años muestran que el trabajo conjunto entre instituciones, organizaciones y ciudadanos puede marcar una diferencia significativa. Proteger a estas especies es mantener en su mejor expresión a los ecosistemas de la provincia.

En un contexto global donde la biodiversidad se encuentra en constante amenaza, Mendoza demuestra que es posible actuar con determinación para garantizar un futuro sostenible y en equilibrio con la naturaleza.

Asimismo, deben destacarse los aportes de entidades privadas en la protección de los animales silvestres.

Una de las ONGs más comprometida en el tema es la Fundación Cullunche, que realiza diversas campañas, una de las cuales fue la señalización de rutas y zonas donde circula una variedad de ejemplares autóctonos.

El operativo se llamó “Un cartel, una vida” y consistió en la colocación de avisos amarillos con la imagen de un zorro en negro y una inscripción que decía “Estoy cruzando”.

Además de los procedimientos que llevan a cabo inspectores, guardaparques y otros encargados de la fauna, sería interesante colocar más cartelería pro defensa de la fauna en los caminos a las reservas de Ñacuñán (Santa Rosa) y Bosque Telteca (Lavalle), Cordón del Plata, y en vías de comunicación de San Rafael y Malargüe, que indique la existencia, en esos parajes, de zorros, zorrinos, gatos monteses, pumas o guanacos.

LAS MAS LEIDAS