Hace unas jornadas, el 10 de octubre pasado, se conmemoró en el país y en la provincia el Día Nacional del Técnico, una fecha que recuerda la creación de los primeros planes de estudio industriales.
Se mantiene la vigencia y la matrícula de las escuelas técnicas mendocinas, que son muy útiles y necesarias para el crecimiento de esa enseñanza. Debe haber apoyo estatal y de las empresas del medio a la escuela técnica porque sus cursantes son una puerta al mundo laboral especializado.
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Hace unas jornadas, el 10 de octubre pasado, se conmemoró en el país y en la provincia el Día Nacional del Técnico, una fecha que recuerda la creación de los primeros planes de estudio industriales.
Pero, la enseñanza técnica tiene además otra fecha de evocación, que se celebrará el 15 de noviembre próximo, en atención a que hace 75 años se creó el ex Consejo Nacional de Educación Técnica (Coned), conocido actualmente como Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET).
Afortunadamente, Mendoza tiene muchos y muy buenos colegios técnicos que dan salida a un importante porcentaje de egresados que encuentran buenas posibilidades de continuar carreras universitarias en áreas como la física, la ingeniería, las matemáticas y la química, o volcarse a puestos laborales en las industrias afines a los realizados.
El Estado debe estimular el sostenimiento y la continuación de estos establecimientos, que, si bien tienen carreras un poco más extensas que otras del nivel educativo vigente, y a algunos alumnos se les complica cursar y abandonan, otra porción de cursantes accede a oportunidades de empleo muy interesantes cuando finalizan sus estudios.
De acuerdo a datos oficiales de la Dirección General de Escuelas (DGE), la cantidad total de estudiantes se mantiene relativamente estable, pero hay una variabilidad notable en la elección de carreras. Más jóvenes se inscriben en formaciones técnicas, mientras que las tecnicaturas pedagógicas sufrieron una caída destacada de ingresantes.
Según un último relevamiento que realizó la DGE, entre 2016 y 2024 se registra una disminución de 29% en los ingresantes a carreras docentes, mientras que, en forma inversamente proporcional, las carreras técnicas aumentaron 29% en ese mismo período.
Es otro dato auspicioso que debe ser valorizado por las autoridades para estimular este segmento de la educación, tan importante para una provincia como la nuestra con una base industrial de vigorosa presencia en el medio.
Entonces, nunca será poco el apoyo que se brinde a estas instituciones educativas de la rama técnica.
En línea con esta visión, algunas marcas del sector mecánico, como Royal Enfield, ha asumido el compromiso de fortalecer el ecosistema técnico a través de diversas iniciativas de formación y reconocimiento profesiona l. Este año la marca firmó una alianza con el Instituto Tecnológico de Capacitación Automotriz (ITCA), mediante la cual los estudiantes del último año de la tecnicatura realizan su formación práctica utilizando motos, herramientas y materiales provistos por la marca.
Las escuelas técnicas son esenciales porque capacitan a los estudiantes con habilidades prácticas para el mercado laboral, promueven la innovación y el desarrollo tecnológico, y ofrecen una vía para la movilidad social e inclusión económica al proporcionar una formación especializada que responde a las demandas del sector productivo. Además, acortan la brecha entre la teoría y la práctica, permitiendo a los alumnos un acceso más rápido y directo a empleos bien remunerados y cualificados.
Las escuelas técnicas deben contar con los presupuestos adecuados que permitan contar con las herramientas, talleres y laboratorios que necesita la currícula y sueldos más dignos para los profesores porque en ocasiones no es fácil cubrir toda la carga horaria que necesitan los establecimientos.
