En el marco de un plan de reestructuración global, la casa matriz de Carrefour en Francia dio el primer paso para desprenderse, total o parcialmente, de su filial de supermercados en la Argentina.
La operación de la empresa francesa incluye el otorgamiento de un mandato de venta para que se evalúe el valor de sus activos en el país. Hay candidatos.
En el marco de un plan de reestructuración global, la casa matriz de Carrefour en Francia dio el primer paso para desprenderse, total o parcialmente, de su filial de supermercados en la Argentina.
Según informó diario La Nación, el grupo dio mandato al Deutsche Bank para evaluar los activos de Carrefour Argentina y comenzar la búsqueda de eventuales compradores interesados en quedarse con una de las cadenas líderes del país, que emplea a más de 17.000 personas y factura unos 6.000 millones de dólares al año.
Aunque se trata de un proceso incipiente y no irreversible, la decisión responde a la estrategia del CEO global Alexandre Bompard de enfocarse en los mercados considerados clave para el grupo: Francia, España y Brasil.
“Técnicamente se trata de un mandato para la valuación de los activos en la Argentina, que puede concluir en la venta o no de la operación local, pero lo que no corre peligro es la continuidad del negocio ni las fuentes de trabajo”, indicaron desde la cadena de supermercados.
En febrero pasado, Bompard había anunciado una revisión estratégica de las operaciones en los cinco países donde Carrefour aún opera de forma directa: Italia, Polonia, Bélgica, Rumania y la Argentina. Finalmente, Carrefour Francia optó por preservar los activos europeos, incluso en economías más pequeñas, como la rumana, en detrimento de su histórica presencia sudamericana.
La intención de la compañía es explorar tanto una venta completa como una asociación parcial, lo que implicaría quedarse en el mercado argentino pero con un socio local. Este modelo ya es aplicado por Carrefour en mercados como África y Asia, donde mantiene presencia con participación accionaria compartida.
Tras conocerse el mandato de valuación, desde Carrefour Argentina evitaron hacer comentarios a la consulta de La Nación.
Sin embargo, ante la incertidumbre derivada de la noticia, fuentes cercanas al proceso aseguran que la eventual venta no afectará la continuidad operativa ni los puestos de trabajo, y que la marca podría incluso formar parte del paquete transaccional.
Carrefour funciona en nuestro país desde 1982, cuando lanzó su primer hipermercado en San Isidro (Buenos Aires), y fue protagonista del auge del consumo durante los años 90. En ese período, el Carrefour de Quilmes fue el local con más ventas del mundo dentro del grupo.
Hoy, la cadena cuenta con más de 680 locales distribuidos en todas las provincias, salvo Tierra del Fuego. Opera con múltiples formatos: hipermercados, Market, Express, online y Maxi (mayorista).
Comparte el podio de líderes del sector con Coto, y compite en volumen de ventas con otras cadenas como Día, Chango Más y La Anónima. En Mendoza, Carrefour opera en todos los formatos, con el histórico hipermercado en Guaymallén como su primera apertura en los 90.
El proceso de venta de Carrefour se desarrollará en etapas. Primero, el Deutsche Bank confeccionará una short list de potenciales interesados. Luego, abrirá un data room con información financiera y operativa de la compañía, a la que accederán los candidatos seleccionados. Recién después se recibirán las ofertas concretas.
Se estima que todo el proceso podría extenderse varios meses, incluso más de un año.
De acuerdo a lo anticipado por La Nación, en la industria ya suenan posibles nombres.
Uno es el de La Anónima, cadena controlada por la familia Braun, que tiene fuerte presencia en la Patagonia.
Otro es el Grupo GDN, del empresario Francisco de Narváez, que ya concretó en 2020 la compra de Walmart Argentina (Chango Más). También aparecen en el radar el fondo Inverlat (dueño de Havanna) y hasta Mercado Libre, que viene incursionando en el negocio alimentario desde su división de e-commerce.