La inteligencia artificial está cambiando el periodismo, pero también plantea grandes incertidumbres sobre la verdad y la realidad. Mariano Blejman, fundador de Media Party y CEO de SmartStory.ai, advirtió “Lo que están viendo ahora es como la luz de una estrella que ya se apagó, pero la estrella original no existe”. Esta metáfora ilustra la complejidad de lidiar con información que ya no responde a hechos reales sino a simulaciones y reproducciones digitales.
Blejman señaló en la entrevista en Pilares con el periodista de Los Andes, Claudio Barros, que el periodismo enfrenta un cambio profundo: “La propuesta es ofrecer 10 escenarios posibles y lo que tienen que pensar mientras ven esos escenarios es en estas frases no se puede decir no creo que esto sea posible”.
Manipulación, audiencias sintéticas y control neuronal: los desafíos de la inteligencia artificial en el periodismo
Según Blejman, “la manipulación será permanente, está bastante estudiada”, y esto ya está instalado en las redes sociales, donde la información puede influir en las emociones y comportamientos de las personas.
Citó al investigador de Berkeley, Stuart Rusell, para ejemplificar cómo, por ejemplo, el interés por el calentamiento climático puede radicalizar a los usuarios a través del consumo de contenidos específicos, modificando conexiones neuronales.
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Las emociones son clave para conectar con las audiencias y la neurociencia puede ayudar a entenderlas mejor.
Marcelo Alvarez
Además, destacó que “Apple patentó electroencefalogramas en los auriculares, en los AirPods, para saber cómo estás mentalmente”, lo que abre la puerta a una manipulación política y social a gran escala basada en la neurociencia.
En este escenario, Blejman introdujo la idea de “audiencias sintéticas”, donde “una máquina genera contenido y otra máquina consume ese contenido”, poniendo en jaque la autenticidad y la economía de la publicidad. “¿Qué va a pasar cuando el algoritmo sea más rico que las personas? Realmente no tengo ni idea”, confesó, mostrando la incertidumbre que genera este futuro.
Redacciones autónomas y el rol humano en el ecosistema de inteligencia artificial
El expositor sostuvo que las redacciones están en camino a ser cada vez más autónomas, impulsadas por la inteligencia artificial. “Este es un ejercicio sobre el pensamiento futuro, y la verdad es que sí va a pasar, sí está pasando”, dijo, resaltando que el valor humano reside en la capacidad de comprender y ordenar esa realidad cambiante.
Explicó que trabajan con herramientas de computer vision e IA para verificar la veracidad de imágenes y compensar prejuicios algorítmicos. En este sentido, afirmó que el desafío para los periodistas y estudiantes es no abandonar el proceso cognitivo, porque “la inteligencia artificial no te va a reemplazar sino que una persona usando inteligencia artificial te va a reemplazar”. Así, el futuro del periodismo exige una simbiosis entre tecnología y criterio humano.
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La inteligencia artificial transforma las redacciones, integrándose en el proceso creativo y de verificación de noticias.
Marcelo Alvarez
White Mirror: la verdad como negocio y la esperanza en un futuro colaborativo
Para finalizar, Blejman propuso un lado optimista, lo que llama el escenario White Mirror. Allí, la verdad se transforma en un “gran negocio”, un núcleo esencial del periodismo que puede ser fortalecido por la tecnología.
“Hay un rol económico muy poderoso en poder discernir qué es cierto y qué no”, señaló, enfatizando que la IA puede ser la herramienta que permita verificar a gran escala la información en medio de la sobreproducción y la saturación de contenidos. Destacó la importancia de construir comunidades y autoridad para generar confianza en las audiencias y reflexiona: “No podemos salir del enemigo por las máquinas, pero sí podemos estar ayudados por ellas”.
El periodismo del futuro: superpoderes, neurociencia y colaboración tecnológica
Mariano Blejman aseguró que “el periodismo va a tener superpoderes. Es un supermóvil” y explicó que existen sistemas como los lentes de Ray Ban Meta, unas gafas de inteligencia artificial que puede identificar a cada persona y analizar sus posturas, lo que abrió nuevas posibilidades para la investigación.
En sus palabras, “reacciones no muy grandes pueden tener un músculo de investigación inédito, pueden tener herramientas de búsqueda de lo que pasa inédita, se pueden parar sobre pies de gigantes y desde ahí construir”.
Destacó la importancia de construir marcas, audiencias, reputación y comunidad, ya que “hay un espacio muy interesante para poder trabajar”. Y aunque las herramientas de IA serán una ayuda, también intervendrán directamente en las conversaciones, el flujo de trabajo y la producción de contenidos: “va a haber un sistema operativo en el medio y van a empezar a aparecer estos, le dicen, los terceros, que no son personas, no son máquinas, que son como entes que conversan en el medio con nosotros”.
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Según Mariano, “las emociones son las que toman decisiones” y el periodismo debe entenderlas para conectar mejor con la audiencia.
Marcelo Alvarez
En un mundo donde no se sabe si se habla con máquinas o personas, ni si el contenido es real o falso, “uno de los escenarios posibles es tratar de entender cómo nos conectamos con las personas”. Blejman ejemplificó esta conexión a través de comunidades que recuperan prácticas sociales y culturales, como jóvenes que vuelven a imprimir fanzines o que se reúnen a charlar en teatros, retomando un vínculo humano esencial.
Además, insistió en la necesidad de que las redacciones integren áreas de investigación en neurociencia para comprender mejor las emociones del público, un aspecto que el periodismo suele descuidar.
Citó a Anne Marie Dooling, exeditora de audiencias del USA Today y máster en neurociencia, quien demuestra que “la gente que es más feliz tanto en la experiencia como en el consumo de un contenido, tiene una relación más positiva con la marca y se acuerda más de lo que le estás contando”.
Blejman explicó que estas son “emisiones cerebrales” que se pueden modelar y predecir, lo que abre un terreno nuevo para el periodismo. A su vez, mencionó avances como los experimentos de ingeniería inversa del cerebro, que permiten predecir qué imagen está viendo una persona a partir de su actividad cerebral.
Finalmente, hizo un llamado a la colaboración interdisciplinaria en la industria mediática: “el periodismo no se puede hacer solo como periodismo. Hay que incluir la parte de tecnología, diseño, monetización”. Relató experiencias de eventos organizados por Media Party en Buenos Aires, Chicago y Nueva York, que reúnen a expertos de distintos ámbitos para proponer soluciones innovadoras, como el uso de computadoras twin, robots entrenados para replicar movimientos humanos, y otras tecnologías emergentes que transformarán la producción periodística.