En 2025, cuando muchos argentinos siguen atentos al dólar o al clásico plazo fijo, apareció un refugio silencioso que viene creciendo con fuerza: las cauciones bursátiles y otros instrumentos de inversiones en pesos de corto plazo. A diferencia de los depósitos tradicionales, estas opciones ganaron popularidad gracias a sus tasas elevadas, liquidez inmediata y bajo ruido mediático.
El arranque del fenómeno está documentado: en julio pasado, la tasa de cauciones alcanzó más del 70% anual, superando ampliamente los rendimientos tradicionales del plazo fijo. Los especialistas reportaron que, por un breve momento, se convirtieron en la inversión “de moda” en la City portuaria.
Los factores que impulsaron ese crecimiento son múltiples: por un lado, la alta tasa de interés en pesos activó alternativas al dólar; por otro, la liquidez disponible en el sistema y la necesidad de los bancos de colocar fondos llevó a que estas operaciones explotaran. En un mercado donde el dólar sube y el plazo fijo queda rezagado, las cauciones se volvieron un puente atractivo.
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Finalmente, la transparencia de las operaciones bursátiles —y la posibilidad de realizarlas en plazos que van de 1 a 30 días— permitió que pequeños y medianos ahorristas también ingresaran a este tipo de instrumentos. Según plataformas especializadas, ya se habla de una migración importante desde instrumentos de baja rentabilidad hacia estos nuevos vehículos.
¿Por qué estas inversiones en pesos desplazan al dólar o al plazo fijo?
La lógica es simple: el dólar, pese a seguir siendo refugio, deja de ser exclusivo si los pesos rinden más que el diferencial cambioinflación. Y el plazo fijo, con tasas clásicas del 3040% anual, pierde atractivo ante instrumentos que ofrecieron más de 70%. Además, las cauciones permiten colocar pesos de uno a pocos días, retirarlos cuando quieras y renovar, lo que combina liquidez y rendimiento.
Cómo funcionan las cauciones y qué tenés que saber
Las cauciones bursátiles consisten en que un inversor (o institución) presta dinero a otra parte (tomadora) que deja títulos como garantía. A cambio, paga una tasa de interés. El instrumento suele pactarse por plazos muy breves (1 a 7 días, aunque pueden extenderse hasta 120).
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Esto significa que, en vez de dejar los pesos inmovilizados por 30 días como en un plazo fijo, podés generar interés diario con posibilidad de mover tu dinero rápido. En julio de 2025, se reportaron tasas que tocaron 80% anual en ciertos momentos.
La clave está en:
verificar el plazo real.
chequear que la garantía (títulos dejados como colateral) tenga respaldo.
asumir que el volumen puede variar y las tasas bajar cuando la ventana de oportunidad se cierre.
¿Es una oportunidad para vos?
Si estás buscando que tus pesos trabajen más que dejarse quietos, esta modalidad puede ser una buena alternativa. Pero ojo: implica entender bien qué estás firmando, qué garantía hay y qué pasa si no podés renovar. No es tan difundida como el plazo fijo o el dólar, pero justamente por eso tiene menos competencia y más espacio para crecer.
En 2025 uno de los grandes movimientos del ahorro en Argentina no es el dólar ni el plazo fijo: son las inversiones de corto plazo en pesos, como las cauciones bursátiles. Con liquidez, tasas altas y plazos flexibles, podrían convertirse en el nuevo refugio del peso que muchos buscan.