El G20 abre la puerta para un alivio político y financiero a la Argentina

Los líderes de los países pedirán a sus ministros y al FMI que revisen los sobrecargos de interés que paga nuestro país por su deuda. Este es un planteo que el Gobierno de Fernández había iniciado en 2020 en completa soledad.

El Presidente se reunió con la titular del Fondo en la sede de la Embajada Argentina.
El Presidente se reunió con la titular del Fondo en la sede de la Embajada Argentina.

Enviado especial a Roma - El G20, las veinte más importantes economías del mundo, se encamina a darle este domingo un alivio político y financiero importante a la Argentina, con lo que se destrabaría la negociación por la deuda del país de 45.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y se podría firmar la refinanciación en el verano como pretende el Gobierno de Alberto Fernández.

A partir de ahora, los tiempos se aceleran. En los próximos días habrá reuniones técnicas con el staff del FMI para continuar el proceso de negociación. Para esto, las partes necesitan que cambie el escenario político en torno a este conflicto que Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, han puesto insistentemente sobre la mesa del G20.

Al finalizar este sábado la Cumbre de Líderes que comenzó ayer en Roma, el G20 emitirá un comunicado final con los puntos de consensos que vienen siendo trabajados desde el miércoles por los sherpas. Y allí estará plasmada la victoria que Fernández vino a buscar a Italia con una nutrida comitiva de funcionarios, entre los que se encuentra Guzmán, único negociador con el FMI.

El Presidente argentino habló de la crisis económica, de la pandemia y del peso de la deuda con el FMI.
El Presidente argentino habló de la crisis económica, de la pandemia y del peso de la deuda con el FMI.

En el documento final, los líderes del G20 le ordenarán a los ministros de Economía y Finanzas que se sienten con el directorio del organismo multilateral a revisar la política de sobre cargos de interés que pagan los países endeudados, según diversas fuentes diplomáticas y gubernamentales consultadas por este medio en Roma.

Los países pagan esos intereses cuando la deuda que toman en el FMI supera en más del 189% de su cuota de participación en el organismo. Y el Gobierno de Mauricio Macri firmó en 2018 con el Fondo un empréstito que supera en más del 1.628% lo que Argentina estaba en condiciones de acceder sin tener que pagar estos sobrecargos.

Ese es el motivo por el cual el viernes Fernández les reiteró a los jefes de Estado en su discurso que en la deuda con el Fondo “no hay inocentes en esa historia”. Para Fernández, la refinanciación de la deuda no debe responder a parámetros técnicos sino políticos, porque el acuerdo del organismo con Macri prácticamente se rubricó en el despacho oval de la Casa Blanca.

“Son tan responsables los que se endeudaron sin atender las ruinosas consecuencias sobrevinientes, como los que dieron esos recursos para financiar la fuga de divisas en una economía desquiciada”, enfatizó Fernández. A pocos metros estaba su par estadounidense, Joseph Biden, un personaje central para el desenlace en esta historia.

Kristalina Georgieva sale de la embajada argentina luego del encuentro con el presidente Alberto Fernández.
Foto: Victor Sokolowicz
Kristalina Georgieva sale de la embajada argentina luego del encuentro con el presidente Alberto Fernández. Foto: Victor Sokolowicz

Había sido Donald Trump quien inclinó la balanza a favor de Macri en cuestión de días para un crédito que en total alcanzaba los u$s57.000 millones, de los que se desembolsaron u$s45.000. Ahora, Biden tiene que decidir si apoya el refinanciamiento. Y su decisión es clave porque Estados Unidos es el país con mayor peso político y económico en el Fondo.

En el medio hay un personaje a seguir: David Lipton, un liberal puro que es asesor principal de Biden y quien en 2018 se desempeñaba como el número dos del Fondo (detrás de Christine Lagarde) cuando Nicolás Dujovne y Federico Sturzenegger firmaron el crédito Stand By comprometiendo pagos multimillonarios en cuestión de tres años.

El Presidente también les aseguró a sus pares que la Argentina tiene la convicción de honrar su deuda, pero aclaró que ahora no está en condiciones de poner en juego su recuperación por tener que pagar los vencimientos con el Fondo, que alcanzan los u$s19.100 millones en 2022 y u$s19.300 millones en 2023.

Esto mismo le dijo Fernández a la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en una reunión bilateral que mantuvieron durante 90 minutos en la Embajada de la Argentina en Roma. La funcionaria internacional coincide con el Gobierno, pero atraviesa una dura interna en el seno del organismo y necesita el apoyo decisivo de Estados Unidos para avanzar.

El canciller Santiago Cafiero llega al encuentro con Kristalina Georgieva en la embajada argentina en Roma.
Foto: Victor Sokolowicz
El canciller Santiago Cafiero llega al encuentro con Kristalina Georgieva en la embajada argentina en Roma. Foto: Victor Sokolowicz

Eliminar los sobrecargos de interés de los créditos del FMI le significaría a la Argentina un ahorro de unos 1.000 millones de dólares por año. No hay otro país en todo el mundo que deba pagar estos montos, porque ninguno está endeudado en la misma proporción. Georgieva está de acuerdo, pero por ahora falta el consenso político, lo que llegaría hoy.

Fernández ya descartó un acuerdo que implique un ajuste fiscal por la vía de la reducción del gasto. Mientras, es observado de cerca por el núcleo duro del kirchnerismo, con Cristina y Máximo Kirchner a la cabeza. “Buen encuentro para avanzar en negociaciones que nos permitan salir del lugar social y económicamente insostenible en donde el gobierno que me precedió dejó a nuestra amada Argentina. Negociar con firmeza es recuperar soberanía”, dijo el Presidente.

En la mesa de diálogo también estuvieron Guzmán (que había cenado ya el viernes con Georgieva) y Gustavo Beliz, secretario de Asuntos Estratégicos. Por el lado del organismo se sentaron también Julie Kozack, subdirectora para el Hemisferio Occidental; y Geoffrey Okamoto, primer subdirector gerente del organismo en calidad de interino.

Todo indica que el Gobierno tendrá un buen cierre de cumbre. En una rueda de prensa, el canciller Santiago Cafiero se mostró expectante y se animó a confirmar que las palabras “sobrecargos de interés” estaban en el borrador del comunicado final del G20, aunque pidió esperar con prudencia porque el texto se construye y define hasta último minuto.

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