La implementación del nuevo régimen cambiario generó modificaciones en las listas de precios. Si bien el impacto inicial sobre los consumidores fue leve, se prevé una aceleración de la inflación en el corto plazo.
De cuánto será la inflación de febrero.
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Cómo reaccionaron los precios tras la salida del cepo.
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A una semana del levantamiento del cepo, comenzaron a crecer las dudas sobre una posible suba de precios y qué tan fuerte podría ser ese impacto. Aunque aparecieron nuevas listas con aumentos, también hubo casos en los que se dieron pasos atrás. Los especialistas coinciden en que, por ahora, el efecto es limitado, aunque varios anticipan ajustes que podrían acelerar la inflación en los meses venideros.
La implementación del nuevo esquema cambiario está siendo moldeada por múltiples factores. Entre ellos se encuentran el comportamiento del comercio exterior, las expectativas del mercado, el valor en que se estabilice el dólar, los precios internacionales y el nivel de consumo. Incluso, incide el hecho de que muchos comercios se niegan a validar precios de reposición con subas.
La consultora PxQ remarcó que las estimaciones iniciales muestran una aceleración leve en los precios, aunque muy por debajo de lo registrado en otras devaluaciones pasadas.
Por su parte, Claudio Caprarulo, economista en Analytica, explicó: “En nuestro relevamiento todavía no observamos cambios importantes, pero con el correr de los días esperamos que empiece a reflejarse el impacto de un tipo de cambio más alto. Resta ver qué cotización del dólar van a utilizar las empresas y los comercios para calcular sus costos de reposición. Por el momento, nuestra proyección para abril y mayo es una tasa de inflación mensual superior a la de marzo (3,7 por ciento)”.
También señaló: “El precio de los productos importados va a subir de forma directa, mientras que en el mercado interno se va a reflejar el aumento en los precios de los productos que se exportan o que se elaboran a partir de los mismos”. Esto se debe a que las modificaciones en el valor del dólar impactan de forma inmediata en los bienes transables.
Desde otra óptica, María Castiglioni, economista de C&T Asesores Económicos, sostuvo que el tipo de cambio oficial se posiciona actualmente en un punto intermedio dentro de la banda establecida, por lo cual no se diferencia tanto del blend, la cotización que se venía usando para las liquidaciones de los exportadores.
En el segmento de alimentos, Castiglioni señaló que, si bien ciertos productos están registrando aumentos, otros están mostrando caídas. Vale recordar que esta categoría subió un 5,9% durante el mes pasado.
Por su parte, Montalvo destacó que, debido a su peso en la canasta, los alimentos serían el componente con mayor impacto en el proceso de ajuste de precios. Sin embargo, señaló una desaceleración en comparación con marzo, cuando el alza fue particularmente marcada en un contexto de incertidumbre que llevó a muchas empresas a anticipar aumentos.
De acuerdo con la consultora Equilibra, en la tercera semana del mes —la primera posterior al levantamiento del cepo—, el rubro de Alimentos y bebidas no estacionales experimentó una suba del 1%. Este incremento estuvo impulsado principalmente por Carnes (1,4%), Azúcar y golosinas (1,9%), Infusiones (1,5%) y Bebidas alcohólicas (1,6%).
Durante ese mismo período, la consultora LCG reportó un aumento del 0,8% en el mismo rubro, lo que lleva la inflación acumulada en alimentos al 2,5% en lo que va de abril. Los aumentos más marcados se dieron en azúcar, miel, dulces y cacao (3,5%), aceites (3%), carnes (2,5%) y frutas (2,3%).
Además, los movimientos en la cotización del dólar suelen trasladarse al precio de los combustibles, ya que inciden tanto en los costos de producción como en los de importación. No obstante, la baja en el precio del petróleo a nivel internacional contribuye a mitigar ese efecto.
En ese sentido, el presidente de YPF, Horacio Marín, declaró recientemente: “Si el precio del crudo sigue bajando, vamos a hacer números y, si corresponde, bajaremos los precios”. También aclaró que los valores de los combustibles “no están atados a la inflación”.