El jugador nacido en Guaymallén volvió a sumar minutos luego de su lesión y, con su ingreso ante Urawa, se convirtió en el primer jugador en disputar tres Mundiales de Clubes en el Millo.
El mendocino Pity Martínez logró en el Mundial de Clubes un récord histórico en el Millo.
Foto:
Gentileza. Después de casi tres meses sin actividad oficial, Gonzalo “Pity” Martínez volvió a pisar una cancha con la camiseta de River. Fue en el triunfo ante Urawa Red Diamonds por el Mundial de Clubes 2025, donde no solo sumó minutos importantes tras su recuperación, sino que además alcanzó un récord inédito en la historia del club.
Con su ingreso en el segundo tiempo, el zurdo se convirtió en el primer futbolista en jugar tres Mundiales de Clubes con River. Participó en las ediciones de Japón 2015, Emiratos Árabes 2018 y ahora Estados Unidos 2025, un logro que ningún otro jugador ha conseguido vistiendo la banda del Millo.
En 2015, integró el plantel que cayó en la final ante el Barcelona de Messi, Neymar y Suárez, sumando 45 minutos en ese partido. Tres años más tarde, tuvo protagonismo en el torneo disputado en Emiratos, donde marcó un doblete frente al Kashima Antlers en el duelo por el tercer puesto. Aquella actuación significó su despedida del club. Regresó al Millonario en 2023.
Este nuevo capítulo, tras una larga recuperación, volvió a ponerlo en el centro de la escena. Ingresó a los 30 minutos del complemento ante Urawa, reemplazando a Facundo Colidio, y se ubicó como enlace detrás de Miguel Borja, acompañado de Franco Mastantuono.
En sus 15 minutos en cancha, el Pity no pasó desapercibido; mostró compromiso defensivo, colaboró en la recuperación en el tramo final del partido y manejó con criterio las pocas pelotas que pasaron por sus pies, cuando River necesitaba calma y posesión para sostener el resultado.
A los 32 años, Pity Martínez suma una nueva página a su historia con River. En su segundo ciclo, tras lesiones y altibajos, ya volvió a jugar y escribió una marca imborrable.
Un regreso que emociona y que, para él, también es una revancha