El Mundial 2026 será muy diferente en su desarrollo al que se vivió en Qatar 2022, debido a su formato ampliado que cambia la manera de competir y de clasificar a las fases decisivas. Para la Selección Argentina, además, hay una regla particular.
El certamen de la FIFA tendrá modificaciones en relación a su anterior edición. Cambiarán la cantidad de participantes y de partidos, duración y reglas.
El Mundial 2026 será muy diferente en su desarrollo al que se vivió en Qatar 2022, debido a su formato ampliado que cambia la manera de competir y de clasificar a las fases decisivas. Para la Selección Argentina, además, hay una regla particular.
El cambio más visible se da con la expansión a 48 equipos. Después de décadas con 32 selecciones, la FIFA decidió ampliar la participación global, lo que resultará en un torneo más largo. Esta modificación lleva a una nueva etapa de grupos: ya no habrá ocho zonas de cuatro equipos, sino doce grupos, también de cuatro.
Desde la cantidad de días, el Mundial también se extenderá. El certamen dará comienzo en el Azteca el jueves 11 de junio, y terminará con la final el domingo 19 de julio en Nueva York. En total serán 39 jornadas a pura acción, en contraposición de los 29 que duró en la pasada edición.
El avance a la fase eliminatoria también muta. No solo clasificarán los dos primeros de cada grupo, sino también los ocho mejores terceros, un criterio que puede colaborar para que los países fuertes no se queden afuera en la primera ronda. A su vez, se sumará una instancia extra antes de los octavos de final. En consecuencia, el campeón deberá disputar un total de ocho partidos, uno más que en Qatar 2022, lo que incrementa la exigencia física y estratégica.
Además, la FIFA implementará una regla que involucra directamente a las cuatro mejores selecciones del ranking. Intentará separar los caminos de España, y Argentina, y los de Francia e Inglaterra. El objetivo es que las mejores clasificadas no se crucen temprano en los playoffs, y evitar finales anticipadas.
El torneo, además, será más extenso en términos logísticos: se jugará en tres países —Estados Unidos, México y Canadá—, lo que supone mayores desplazamientos, cambios de clima, viajes extensos y adaptaciones rápidas. Para las federaciones, acostumbradas a concentrarse en un único país anfitrión, esto introduce un elemento adicional de planificación y rotación.