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Por fin sabemos quién es el novio oficial de Sofía Jujuy Jiménez porque el polista Jerónimo del Carril quedó en el pasado y también Martín Salwe, el locutor de “La academia” con el que coquetearon y hasta se besaron en cámara. El elegido es Bautista Bello, con quien ya viajó a Mendoza y a Jujuy.
Este fin de semana XXL, la modelo aprovechó para escaparse a su provincia natal junto al polista (sí, él también juega al polo), recorrer diferentes puntos turísticos y hacer más formal su unión porque la familia de Sofi conoció a quien la conquistó.
Según vemos en la cuenta de Instagram de la morocha, la pasaron bomba y se enamoraron un poco más de lo que ya estaban. La tierna secuencia compartida con su 1.6 millón de seguidores generó todo tipo de reacciones y mejores augurios para la pareja.
El aire libre, las montañas, la tierra colorada y la vegetación sirvieron para darle el marco perfecto a los jóvenes enamorados y al mensaje hermoso que Jiménez compartió en las redes: “Es por ahí... Cuando te animás a dar el salto y decir que sí, bien fuerte, a eso que tu corazón grita, a todas las oportunidades que te da la vida, es cuando más recibís”.
“Amo fuertemente cómo la vida me sigue sorprendiendo y regalando experiencias increíbles... Qué lindo es entregarse y dejarse llevar... Qué lindo es seguir creyendo en el amor y animarse a los cambios...”, sumó y para despedirse comentó: “¿Cómo es que la vida me estaba cruzando con mi mejor versión masculina así como si nada? ¿Cómo puede ser, Bauti? Sigo en shock. Yendo siempre por más”.
Luego de varias idas y vueltas y de negarlo en más de una oportunidad, Sofía Jujuy Jiménez confirmó su romance con Bautista Bello entre vinos en Mendoza. El joven, a quien todos llaman con cariño “Bauti”, es jugador de polo y desde hace tiempo estarían frecuentándose con la ex-participante de “Showmatch”.
Ellos salen desde fines de junio y se conocieron en Pilar ya que ambos tienen un mismo grupo de amigos. En “Los ángeles de la mañana” indagaron sobre su relación, pero ella aclaró que eran amigos, aunque sus ojos decían lo contrario.
Y nuestra provincia fue la elegida para blanquear su amor, entre copas de vino y barricas de madera.