Final más que polémico hubo entre Instituto y Villa Dálmine por la Primera B Nacional, anoche en Córdoba.
Es que el árbitro Julio Barraza terminó el encuentro justo cuando Dálmine armaba un contraataque que tenía destino de gol para quedarse con los tres puntos. Los jugadores se le fueron encima apenas escucharon el silbatazo.
El juez había adicionado 4 minutos y decretó el final exactamente a los 49:07. Reglamentariamente es correcto, pero bien podría haber dejado continuar la acción ya que la adición es un mínimo de tiempo a disputarse.
Finalmente el partido acabó 1-1 y, si bien el Violeta llegó a la cima del torneo, le quedó una bronca bárbara.