Cornejo mostró el jueves un gesto simbólico muy concreto y fuerte. Fue un intento decidido para intentar instalar una actividad económica que complemente lo mucho que ha logrado en tantísimos años la producción vitivinícola de la provincia.
El Gobernador le dio un aval muy fuerte a un sector económico siempre muy atacado en Mendoza no sólo por los conglomerados ambientalistas; también por los representantes de espacios productivos tradicionales.
Cornejo mostró el jueves un gesto simbólico muy concreto y fuerte. Fue un intento decidido para intentar instalar una actividad económica que complemente lo mucho que ha logrado en tantísimos años la producción vitivinícola de la provincia.
Lo expresado por el Gobernador en la Asamblea Legislativa fue un aval muy fuerte para un sector económico siempre muy atacado en Mendoza no sólo por los conglomerados ambientalistas; también por los representantes de espacios productivos tradicionales. El temor y la desconfianza se pueden catalogar de lógicas, pero es evidente que la apertura que se busca hacia la minería tiene sustento.
Que Cornejo se haya lanzado como lo hizo a favor de una actividad económica a la que apoya decididamente desde que asumió por segunda vez, compromete seriamente a la oposición en general, teniendo en cuenta que hay voces muy críticas hacia la actividad minera en sí y, además, hacia los mecanismos de viabilidad de la misma implementados en los últimos tiempos desde el poder, aun con el argumento de que todo se hace en el marco de la legislación vigente en la provincia (ley 7.722).
A partir del discurso del jueves la oposición, en todas sus vertientes, se deberá un debate puertas adentro de cada una de esas expresiones para definir posturas, ya que hay que tener en cuenta que, en general, el de la explotación minera es un asunto que divide puntos de vista entre pares.
Además, es probable que el titular del Poder Ejecutivo esté buscando mantener el nivel de gestión despertando a la necesidad de enfatizar en temas desafiantes, como el desarrollo minero. Una salida que lo puede conducir a un fin de ciclo más calmo, en todo caso, y a delegar en su sucesor el manejo de una política minera más sustentada.
La tendencia aperturista que buscó consolidar Cornejo con su reciente discurso se fortalece con la mira también puesta en la actividad petrolera. Ayer se supo de su viaje a Houston, Estados Unidos, en busca de más inversiones. Queda claro que nuestra provincia debe aprovechar lo que puede aportar en materia petrolera y explotar el recurso minero dentro de lo que marca la ley. Neuquén y San Juan vienen mostrando desde hace años el camino a recorrer en ambos rubros y por eso gran parte de la dirigencia política considera pertinente que nuestra provincia no se quede atrás.
El énfasis en la gestión que buscó demostrar el jefe del Ejecutivo local en la Legislatura adquiere, por otra parte, una connotación especial si se tiene en cuenta que nos encontramos en medio de un año electoral que puede marcar el futuro del oficialismo nacional libertario y, por ende, de su extensión en las provincias.
Como se suponía y confirmó en breves anticipos que hizo en la semana a la prensa, Cornejo no incluyó en su mensaje de apertura de sesiones ordinarias el tema electoral. Es lo correcto, lo que no significa que se trate de un verdadero desvelo tanto para el Gobernador como para la dirigencia que lo acompaña hacia una toma de decisiones importante.
Es que antes deberán evaluarse sondeos y perspectivas de cara a la elección de octubre. Se estima que desde el oficialismo provincial se decida adherir a la postura nacional libertaria de suspensión de las PASO. Pero igualmente queda por ver si la elección de medio término se sumará a la nacional de octubre o quedará, con calendario propio provincial, para los primeros meses de 2026.
En los cálculos de Cornejo y su entorno pueden estar influyendo distintas circunstancias. Por ejemplo, el resultado electoral reciente en Santa Fe, básicamente para la elección de convencionales constituyentes que deberán reformar la Constitución, que si bien mostró una importante reticencia de los santafesinos para cumplir con el voto también terminó dándole un fuerte aval al gobernador Pullaro, aliado de Cornejo en lo que fue Juntos por el Cambio e indudable referente entre los jefes provinciales del radicalismo.
Y también deberán ser tenidas en cuenta las elecciones que habrá este mes en otras tres provincias: Salta, hoy, Chaco, Jujuy y San Luis, además de la ciudad de Buenos Aires, que tiene una realidad diferente y servirá de referencia para el escenario nacional.
Salta posee un gobierno de neto corte provincial, mientras que Chaco, Jujuy y San Luis cuentan con gobernantes surgidos del ex Juntos por el Cambio. Son todos referenciales para las expectativas de Cornejo y para lo que en algún momento tendrá que definir: alinearse o no al cien por ciento con las huestes de Milei.
Pasando a la oposición local, es notable cómo la pulseada existente en el peronismo bonaerense influye en el PJ de la mayoría de las provincias. Mendoza no es la excepción. Hay apoyos bastante explícitos hacia el gobernador Kicillof y hacia el kirchnerismo/camporismo, que aquí mantiene su presencia frente al núcleo de los intendentes.
Una referente del justicialismo provincial, Anabel Fernández Sagasti, buscó el jueves, luego del discurso del Gobernador, concentrarse en la problemática local y dejar de lado lo que se discute en su espacio a nivel nacional. Dijo que con su mensaje a los legisladores Cornejo había demostrado su final de ciclo político. “Se quedó sin nafta dos años antes de terminar el mandato”, sostuvo entre otras consideraciones. Un pensamiento discutible, pero para nada descartable, aunque, como hemos visto, el Gobernador buscó borrar con su vuelta de rosca hacia adelante con la minería e innumerables anuncios de gestión.
Al margen de ese comentario picante hacia el oficialismo provincial, se puede pensar que Fernández Sagasti prepara, a la vez, el terreno para una disputa local por el liderazgo que de algún modo se asemeje a la referencial pelea bonaerense. Sin embargo, opiniones provenientes de personajes cercanos a la dirigencia del peronismo opinan que no se llegaría a una interna que, en definitiva, sólo podría perjudicar aún más a la ya alicaída estructura del justicialismo mendocino, muy castigado por la ciudadanía desde hace varias elecciones. “A lo sumo se mostrarán los dientes y nada más”, se atrevió a vaticinar un observador de las cosas.
Distintos matices que seguramente tiene en cuenta el llamado “calculismo” de Alfredo Cornejo.
* El autor es periodista. [email protected]