La cita bíblica (génesis capítulo 1 versículo 28) es una clara orden de objetivos a cumplir por el Homo Sapiens y consecuentemente nombrarlo rey de la creación, estableciendo al universo como espacio económico y los usos y el objetivo del mismo. Si hiciéramos un paralelo en la relación que el hombre tiene con el caballo como con él se deberá vencer su resistencia, domarlo, protegerlo y ponerlo a nuestro servicio, es decir, el crecimiento de la creación. Está claro que el hombre debe mejorar y desarrollar la creación y asume así el rol de cocreador.
Descubre leyes que pone al servicio sus objetivos, cura enfermedades, prevé catástrofes, anticipa erupciones, tornados, etc es decir mejora y sojuzga el universo.
Riesgos inevitables deberá enfrentar la humanidad en su accionar, se cometerán errores, a veces con consecuencias, que el hombre intentará reducir a su mínima expresión.
Hoy lamentablemente hay minorías que con muchas ideologías irreales y poco contacto con la realidad se oponen sistemáticamente a estos adelantos lo que de ninguna manera les impide servirse de ellos. Este es el caso dramático del uso y abuso del agua sobre todo para Mendoza. Buena parte de los reclamos mineros se fundan en falta de información, en groseras contradicciones y en buena parte en acciones demagógicas de algunos sectores políticos, jamás han demostrado preocupación responsabilidad en la defensa concreta y real de este valioso elemento.
En Mendoza (cap) se consume el 72% más de agua que lo aconsejado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) es decir se desperdicia un gran volumen bajo la exclusiva responsabilidad de los usuarios, otro gran desperdicio es la contaminación de las aguas de riego que en la ciudad son usadas como basureros dinámicos, en este caso las ciudades son responsables de una enorme contaminación por negligencia e irresponsabilidad de sus habitantes.
El caso que merece una especial referencia es el de San Carlos cuna de la acción anti minera, vale la pena detenerse en el canal que atraviesa Eugenio Bustos para ver su lecho lleno de latas, envases de plástico, pañales, cajas y lo que puedan imaginar, hasta donde llegarán estos desperdicios cuando el agua los arrastre.
Es clara la responsabilidad de buena parte de los mendocinos en la contaminación y el mal uso del agua, debemos indefectiblemente comenzar por una decidida acción en defensa del agua, serán necesarias duras leyes que castiguen los excesos y obliguen a su cuidado y uso moderado, más ordenanzas de los organismos involucrados y una política de concientización que llame a la responsabilidad de los usuarios.
“Creced, multiplicaos, henchid la tierra, dominadla”... Y sobre todo respetadla.
* El autor es ingeniero.