En un mundo en constante cambio, la capacidad de imaginar nuevas posibilidades y de innovar es un factor determinante para la evolución de las sociedades y sus economías. Hoy, nada de lo que ES, fue. Y nada de lo que ES, va a ser. Estamos en un umbral donde la incertidumbre es la única certeza, y es ahí donde la creatividad se constituye como herramienta para transformar la realidad, como motor del desarrollo.
"En tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos donde todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos, en tiempos donde siempre estamos solos", como dice Fito, es clave repensar las formas de vinculación y de construcción colectiva. La creatividad marca el camino hacia la innovación y el encuentro, genera espacios de diálogo y sentido compartido.
Innovación + recurso humano
La innovación surge del talento y la formación pero es fundamental un entorno propicio para su desarrollo. El capital humano representa el mayor valor agregado de cualquier organización o lugar que busca evolucionar. La creatividad crece en sistemas que la potencian y la hacen sostenible en el tiempo.
Empresas, instituciones y gobiernos tienen la oportunidad de fortalecer su inversión en las personas, en la tecnología y en la formación continua. Un desarrollo equilibrado se nutre de la infraestructura, de la calidad humana y de su capacidad de reinventarse.
Inclusión y organización
La realización individual cobra sentido en una comunidad organizada. “Nadie se realiza en una comunidad que no se organiza”. La inclusión es esencial para el crecimiento económico y social. Las sociedades que prosperan reconocen en la diversidad una fortaleza, integrando a todos en el proceso de desarrollo.
Las ciudades reflejan la unidad en la diversidad. Construir ciudadanía implica generar espacios de participación donde cada voz tenga lugar. La creatividad se expresa en la manera en que nos organizamos, en cómo resolvemos desafíos y en cómo canalizamos la inteligencia colectiva para diseñar soluciones.
Recuperar la proximidad
Somos, esencialmente, seres para el otro, como sostenía el filósofo Emmanuel Lévinas y es en ese próximo donde nos encontramos a nosotros mismos. Frente a la fragmentación contemporánea, reivindicar la proximidad es afirmar que ser humanos es estar juntos, compartiendo lo imprevisible de la vida.
El valor de encontrarnos tiene la capacidad de expandir el tiempo, lejos del ritmo acelerado de la superproductividad, para situarlo en la riqueza del compartir. La proximidad se convierte en una forma de hospitalidad en un mundo que, muchas veces, parece inhóspito.
Borges escribió: “Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”. En cada acto creativo, reconstruimos esos fragmentos y les damos nuevo sentido, enriqueciendo nuestra identidad, fortaleciendo el tejido social y recuperando la historia como legado que inspira a innovar, a conectar pasado y futuro con visión audaz.
IA: creatividad y transformación
La inteligencia artificial avanza con prepotencia, ofreciendo herramientas que potencian nuestras capacidades. No se trata de una solución absoluta ni de una amenaza apocalíptica, sino de una oportunidad maravillosa para generar nuevas formas de producción y conocimiento y expandir nuestra creatividad.
Cuando la IA se integra con pensamiento crítico, permite optimizar procesos, ampliar horizontes y generar innovaciones impensadas. El desafío es saber cómo apropiarse, comprender sus alcances y limitaciones para potenciar el acto creativo.
Lo constante, el cambio
Galeano escribió: “Somos lo que hacemos, pero fundamentalmente lo que hacemos para cambiar lo que somos”. La evolución es un proceso continuo, y quienes se reinventan encuentran nuevas posibilidades.
Son tiempos para integrar la tecnología sin perder humanidad, ser flexibles sin diluir lo identitario. Es clave la capacidad que tengamos de adaptarnos, de arriesgarnos a ser disruptores, de pensar fuera de la caja y asumir el proceso de transformar realidades.
Desarrollo, resistencia y cultura
El desarrollo económico, social y cultural se impulsa desde la base, con modelos inclusivos que integren a la comunidad, estimulen la creatividad y construyan cultura. Es medir la riqueza desde la capacidad que se tiene para generar valor multidimensional.
Resistir es crear. Es construir identidad en este mundo hiperconectado. La visión de lo propio sigue siendo vital. No para encerrarse en ella, sino para encontrar una relación armónica entre lo global y lo local y potenciar oportunidades.
El presente exige creatividad, estrategias y gestión. Transformar el lugar donde vivimos, desafiar lo establecido y reinventar nuestra forma de ver el mundo es un camino en construcción permanente. En todo este proceso está la creatividad, y entenderla como la conexión improbable de elementos de valor en contextos de incertidumbre, es imprescindible.
* El autor es presidente de Film Andes