Rubén Antonio Herrera (38) es maestro de primer grado en una escuela del Cordón del Plata, Tupungato. El viernes fue a trabajar como todos los días. Llegó, estacionó su camioneta sobre la calle El Álamo y entró al aula. Minutos después, un árbol cayó sobre su vehículo.
Durante ayer regía una alerta amarilla emitida por el Servicio Meteorológico Provincial, que anticipaba fuertes vientos para el Valle de Uco y gran parte de Mendoza. El mismo temporal provocó graves daños en distintas zonas de la provincia y causó la muerte de una mujer de 37 años en Maipú, al caerse un árbol que sobre su auto.
Ya en las primeras horas de la tarde del viernes, las ráfagas de fuerte viento comenzaron a sentirse con intensidad en la zona y provocaron la caída de árboles en San Carlos, Tunuyán y Tupungato.
Tupungato
Fue sobre la calle El Álamo del Cordón del Plata, en Tupungato, durante las fuertes ráfagas de viento que afectaron la zona.
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Particularmente, en este último departamento, Rubén tuvo una gran pérdida material. “Estaba dando clase cuando empezó el viento. Los chicos se asustaron mucho, fue repentino y muy fuerte”, relató el docente en diálogo con Los Andes. “La celadora fue a avisarme si tenía una camioneta blanca, porque aparentemente se había caído un árbol. Pedí que se quedaran unos minutos con los niños, salí y vi que era la mía”, recordó.
Herrera volvió al aula y se quedó acompañando a sus alumnos hasta que la tormenta se calmó. “Se cortó la luz, los tuve que trasladar a la galería porque mi aula también tiene árboles grandes cerca. Nos quedamos ahí con los chicos hasta que se pasara”, explicó.
“Pudo haber caído sobre un niño o una madre”
Horas después, el maestro compartió en sus redes una reflexión que fue compartida por compañeros y vecinos: “Los fierros se arreglan, como dicen, pero pudo haber caído sobre un niño, una madre, un padre que iba a retirar a su hijo o cualquier persona que circulaba por la calle El Álamo del Cordón del Plata, Tupungato, Mendoza”.
Tupungato
El tronco de árbol presentaba signos de avanzado deterioro.
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En el mismo posteo, el docente se preguntó si realmente se trató de un accidente: “Un accidente es un suceso imprevisto e inevitable. Pero esto no fue un accidente. Esa fila de árboles deteriorados y gigantes los recuerdo desde que era niño y asistía a la misma escuela en la que hoy tengo la dicha de ser maestro”.
Según Herrera, los vecinos y padres de alumnos habían denunciado reiteradas veces el mal estado de los árboles. “Una persona de Defensa Civil me comentó que hacía dos semanas se había hecho un acta pidiendo que los sacaran, pero que eso dependía de Vialidad. Son árboles muy altos, con raíces quemadas y troncos ahuecados”, dijo Rúben.
Tupungato
Rubén Herrera, maestro en una escuela del Cordón del Plata.
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En su posteo, el maestro cuestionó la falta de respuestas de los organismos responsables: “No sé si le corresponde a Vialidad, Defensa Civil o al Municipio. Quizás el responsable esté sentado en una oficina y no sea capaz de medir las consecuencias de su inoperancia y burocracia”.
El árbol que cayó sobre la camioneta de Rubén también dañó otro vehículo estacionado cerca. “Una traffic estaba justo al lado. Le cayó una rama, rompió el parabrisas y entró al interior del vehículo. Adentro estaba una vecina embarazada con su hijo pequeño. Si la rama caía unos centímetros más, le daba en la cabeza”, dijo.
Tupungato
Una de las ramas cayó sobre el parabrisas de una traffic que estaba estacionada. Adentro se encontraba una vecina embarazada con su hijo pequeño.
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Mientras tanto su vehículo lo trasladó a la casa de su hermana. “Tiene daños importantes, la estructura se rompió. Algunos mecánicos me dijeron que va a llevar tiempo arreglarla”, señaló. En torno a esto, en su publicación también dejó una reflexión sobre el esfuerzo que representa tener un bien material fruto del trabajo: “Esa camioneta es el resultado de mucho sacrificio familiar. Hago doble turno como muchos, porque el sueldo de un empleado público está deteriorado, como las raíces del árbol que cayó”.
Finalmente, comenta Herrera que aún espera que alguna autoridad se haga responsable. “Me pregunto a quién debo acudir, quién se hará responsable. Hoy fui a trabajar, di clases de primer grado, repasamos sonidos y letras… pero también aprendimos lo frágil que puede ser todo”, concluye en su posteo.