Cambio de plan: de cocinar en San Martín a triunfar en Alemania
Juan Manuel Dupaus y su esposa viajaron luego de recibir una oferta laboral inesperada que, en sólo una semana, cambió por completo el rumbo de sus vidas.
Juan Manuel Dupaus y su esposa, Natalia Florencia Guzmán, ambos de 27 años, viven desde hace 4 años en Alemania y actualmente están instalados en la ciudad de Bonn. Nacieron en San Martín, Mendoza pero el sueño de Juan siempre fue recorrer el mundo, conocer distintas culturas y, especialmente, vivir en España.
Sin embargo las vueltas del destino o como él mismo comenta, “el plan de Dios, era otro”. En una semana el plan de su vida cambió totalmente.
Juan Manuel estudiaba gastronomía y trabajaba en un restaurante de Mendoza cuando sufrió un accidente que lo obligó a frenar sus actividades durante varios meses: “Me apuñalaron el tendón extensor del dedo pulgar. Estuve un año entre estudio, rehabilitación dos años y una operación. No podía hacer las materias prácticas ni trabajar”.
Ese momento de pausa, se convirtió en un tiempo de reflexión sobre su destino.
Juan cuenta que, poco antes de recibir una inesperada propuesta laboral, vivió una experiencia que marcó su decisión. “Un día estaba en la iglesia y Dios me habló a través de una persona y me dijo: ‘Yo conozco tus planes, pero tengo algo mejor para vos’. Yo quería ir a España, ya tenía todo pensado: dónde vivir, dónde trabajar, tengo nacionalidad italiana. Además comenta que él se considera una “persona bastante ansiosa” pero que Dios tuvo una respuesta rápida.
La propuesta que hizo que en una semana cambiara su destino
Un amigo, al que Juan considera como un padre, le ofreció una propuesta laboral “imposible de rechazar”.
“Un día estaba trabajando y seguía pensando en las palabras que me habían dicho en la iglesia. En ese momento me escribió un amigo que estaba en Alemania y me dijo: ‘Che, estamos buscando un cocinero responsable, con papeles y buena gente, y vos sos el indicado” recuerda.
Juan asegura que la oportunidad “cerraba por todos lados”. Hasta el momento, no contaba con los medios económicos para emigrar, sin embargo la propuesta incluía trabajo, alojamiento e incluso pagaban el pasaje.
Su amigo que lo contactó había estado en Alemania por aproximadamente 20 años, y en reiteradas ocasiones mientras trabajaba con Juan le comentaba lo bien que vivía allí. Incluso admite que en ese entonces no le creía mucho , “parecía que exageraba pero al tiempo de mudarme tuve que darle la razón”.
Chef en Alemania2
Sobre su decisión, afirma que nunca tuvo dudas: “Sabía que era la voluntad de Dios y, como dice la palabra, la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta”. Incluso afirma que a pesar de llevar 4 años en el país nunca ha dudado.
El idioma tampoco resultó ser un impedimento, a pesar de que Juan no sabía la lengua, ya que si plan inicial era emigrar a España, nunca se había interesado por estudiar otro idioma. Al poco tiempo, consiguió empleo en un restaurante español donde los dueños eran de Córdoba “tuvo la suerte de que en el trabajo hablábamos español” comenta.
A pesar de no haber asistido a clases del idioma, el aprendizaje que adquirió fue gracias a su esposa, quien trabaja en atención al público y “habla el idioma de manera espectacular”.
Australia un gran lugar para su crecimiento profesional
Uno de los aspectos que Juan Manuel más destaca desde su llegada a Alemania es el crecimiento profesional que logró en el ámbito gastronómico. “La verdad que he crecido un montón”, reconoce.
Su primer trabajo en el país fue junto a los cocineros argentinos donde estuvo un año y ocho meses. Luego tuvo una increíble oportunidad de la cual aprendió gran cantidad de cosas e incluso le “abrió la cabeza”. Se incorporó a un hotel cuatro estrellas, donde trabajó con el chef argentino Eduardo Rosso, que cuenta con una estrella Michelin.
Como proyecto a un futuro cercano, están trabajando junto a su esposa en la apertura de un restaurante de carne argentina y pescados, donde él realiza las tareas de cocina en la parrilla y su mujer se desempeña como moza.
mendocino en Alemania
Además destaca que el crecimiento laboral no solo fue de él , sino de su esposa quien también trabaja en el rubro. Sobre eso destaca que su presencia es fundamental en esta experiencia y que con el paso del tiempo han reconocido el valor del vínculo “sabemos que somos ella y yo contra el mundo y esperamos el día de mañana tener nuestra familia acá”.
Una nueva vida donde predomina la tranquilidad
Juan y su esposa en Alemania lograron una estabilidad económica que en Argentina les resultaba difícil de alcanzar. Recuerda que, a pesar de que ambos tenían dos trabajos, comprar un auto era prácticamente imposible para ellos. “Aun así no se podía”, afirma. En cambio, ya instalados en el nuevo país, pudieron ahorrar durante un par de meses y finalmente comprar su primer vehículo.
Sin embargo, aclara que el mayor cambio no pasa por lo material: “La cabeza ya va más más relajada, ese modo alerta que uno trae de Argentina ya no existe, vivís tranquilo”, señala. Recuerda que en San Martín vivían con preocupación constante de robos. Una de las anécdotas que más lo sorprende es haber dejado el auto estacionado de noche en la calle, frente a su departamento en Alemania, y se olvidó la llave puesta del lado de afuera. “Lo dejaba con moñito y todo”, bromea. Aun así, al día siguiente el auto seguía exactamente igual. “Es el lugar donde quiero vivir y donde quiero que crezca mi futuro hijo”, concluye.
A pesar de esto, Juan es consiente de que "el que vive afuera no puede tenerlo todo". Reconoce que, aunque se le abrieron muchas puertas en lo laboral y hoy puede vivir con mayor tranquilidad, “no se puede tener todo”. Extraña a su familia, a la gente de Argentina y la calidez de los vínculos. “No podés tener familia, seguridad y buen clima. Uno o dos de esos te tienen que faltar, y acá falta la familia y el clima no es bueno”, explica.
Además destaca que cuando viaja al país donde nació lo hace en modo vacaciones no suele extrañar y reiteró que se siente conforme con su decisión, a pesar de que su esposa quizás sí extraña un poco más pero que han tenido la posibilidad de regresar en un par de ocasiones
Con respecto a su regreso, Juan expresa: " Si Dios mañana me dice es acá o anda para allá y yo lo voy a hacer caso".Pero si es por mi voluntad, digo toda la vida acá”. Además comenta que en entre su familia y amigos no para de recomendar Alemania como un excelente destino para "armar una nueva vida.
De hecho, se define a sí mismo como una especie de “embajador de Alemania”. Desde su experiencia, incentiva a otros a que se animen a ir, trabajar y conocer otra realidad. “Muchos pueden animarse, es posible. Nos gusta reflejar eso y ser, de alguna manera, un ejemplo que inspire a otros”, concluye.