La escena parece sacada de una superproducción futurista: un barco colosal, lleno de autos eléctricos, cruzando los océanos rumbo a América Latina. Pero es real, y ya está en marcha. Se trata del BYD Shenzhen, el barco de transporte de autos más grande del mundo, una nueva carta de presentación de China en su ofensiva comercial y tecnológica global.
Desde el puerto de Taicang, en la costa oriental de China, partió recientemente el BYD Shenzhen, una embarcación de dimensiones imponentes que transporta más de 7.000 vehículos eléctricos hacia Brasil.
El buque, construido por China Merchants Group y diseñado íntegramente por ingenieros locales, representa la culminación de una estrategia de expansión global sin precedentes.
BYD Shenzhen
El barco transportador de autos BYD Shenzhen.
La flota de autos de BYD
Con 9.200 espacios estándar, este gigante es el cuarto barco desarrollado por BYD para el transporte marítimo de sus autos eléctricos, y está equipado con innovaciones tecnológicas que incluyen motores de alta eficiencia, condensadores especiales y un recubrimiento naval que reduce la resistencia del casco.
Wang Junbao, gerente de BYD, fue claro durante la ceremonia de inauguración del barco: “El BYD Shenzhen no solo transporta vehículos, es un puente flotante que conecta la innovación china con los mercados del mundo”. Además de mejorar la eficiencia logística, la empresa busca reducir su huella de carbono en el transporte de mercancías.
Los números respaldan esta ambición. China exportó más de 6,4 millones de autos en el 2024, manteniéndose como líder mundial por segundo año consecutivo. BYD, junto a otras marcas como Chery y SAIC Motor, impulsa ahora una nueva etapa en la que controlar su propia flota marítima se convierte en una ventaja competitiva crucial.
BYD Shenzhen
El barco transportador de autos BYD Shenzhen.
Autos eléctricos chinos para América Latina
El BYD Shenzhen pone rumbo a Brasil, un mercado clave para la marca china. Solo en el 2024, BYD vendió 76.700 vehículos en el país sudamericano, lo que representó un crecimiento del 328%. Este tipo de buques no solo refuerza la distribución internacional, sino que marca una nueva forma de hacer negocios: directa, sostenible y con infraestructura propia, lo que baja costos.
La construcción de flotas propias no es solo una declaración de fuerza industrial, sino una decisión estratégica. Como explicó Xie Xiaowen, miembro de la Asociación de Comunicaciones y Transporte de China, estas flotas permiten “reducir costos, asegurar entregas puntuales y mantener el control logístico total”.
Así, el BYD Shenzhen no es solo el barco de autos más grande del mundo. Es también un símbolo de cómo China está cambiando las reglas del juego en la industria automotriz global, navegando con rumbo firme hacia el liderazgo tecnológico.