Convocan a familias para cuidar niños de Casa Cuna en forma temporaria

Hay 25 chicos que requieren de este servicio de contención. Las inscripciones se extenderán hasta principios de enero. Aquí, la historia de un matrimonio con 3 hijos al que una beba de 1 año les cambió la vida.

Convocan a familias para cuidar niños de Casa Cuna en forma temporaria
Convocan a familias para cuidar niños de Casa Cuna en forma temporaria

“Tienen que animarse. Van a ver que es una experiencia incomparable. Dar amor y cuidado a un niño o niña que lo necesita los va a enriquecer como familia y al mismo tiempo van a ayudar en algo concreto”.

Ya pasaron algunos meses desde que Jimena Tonini (32) y su esposo Mario Navas (42) hicieron caso a la recomendación de una amiga que había cumplido el rol como mamá temporaria. Ahora, después de haber amparado por seis meses en su casa a una bebé de un año, la pareja asegura que la gratificación que sienten es indescriptible.

La pequeña no sólo llenó de alegría cada uno de los días en los que recibió el amor de Jimena, Mario y sus tres hijos, Tiziano (5), Lautaro (8) y Ramiro (11).

La joven mamá asegura que todos crecieron desde el punto de vista humano y se demostraron a sí mismos que pueden funcionar como un equipo, brindando cariño, tiempo y juegos. “Ha sido maravilloso para nosotros. Hemos concretado el sueño de colaborar de verdad con alguien que lo necesitaba”, cuenta Jimena a una semana desde que la beba retornó con sus padres.

Al igual que lo hizo su amiga  meses atrás, ahora es ella quien  comparte su mensaje para que más personas que lo deseen y se sientan dispuestas a prestar este servicio se inscriban para postularse en el Programa de Familias Temporarias impulsado  desde hace años por la Asociación de Voluntarios de Mendoza por la Niñez y la Familia (Avome).

Justamente, desde ahora y hasta principios de enero, la entidad registrará a quienes deseen sumarse a la iniciativa. Los interesados podrán llamar a los teléfonos 4281149 o 4270410, en horario de 9 a 17.

Alicia Beines de Mayorga, presidenta y fundadora de esta asociación, detalla que un requisito importante para las personas que quieran cuidar a un pequeño/a de entre 0 y 11 años, que actualmente se encuentra en Casa Cuna, es contar con tiempo disponible y espacio físico en su casa para brindarle afecto, cuidado y protección.

Pero además, destaca Beines de Mayorga, es indispensable que el adulto “sea una persona que tiene la mirada puesta en el niño o niña y no en su propio sufrimiento o temor”.

Por eso, los aspirantes a cumplir esta responsabilidad cuentan con el apoyo de un equipo de profesionales de la entidad, dedicados a realizar la capacitación y seguimiento necesarios. “Sobre todo, tratamos de conocer si el adulto realmente está dispuesto a hacer lo que es mejor para el niño”, destaca Alicia Mayorga, psicóloga de Avome.

La profesional recomienda que un aspecto crucial es ser consciente de que la experiencia tendrá un plazo. “Tanto el adulto como el niño deben saber que esa situación no será para siempre, sino que será una transición que les permitirá crecer mutuamente”, agrega.

En la actualidad, unos 60 niños y niñas se encuentran alojados en Casa Cuna derivados de la Justicia de Familia y del Órgano Administrativo Local (OAL).

En el marco de la Ley Nacional 26.061, las medidas excepcionales (como el recurso de las familias temporarias) se otorgan en los casos en que los menores requieren ser separados de su familia de origen por diferentes motivos hasta tanto se resuelva su situación.

También se permiten cuando los pequeños se encuentran bajo la protección del Estado ante el fallecimiento de ambos padres o porque no hay familiares del entorno cercano que puedan cuidarlos.

Justamente por eso, no todos los que se encuentran en esta institución están en condiciones de ser derivados a familia temporaria. En ese sentido, la titular de Avome destaca que por estos días hay 25 niños y niñas en condiciones de vivir en un hogar que los reciba y asista durante un período máximo de un año y medio.


Doblemente positivo
En el caso de Mario y Jimena, la beba les fue derivada por seis meses mientras sus padres realizaban un tratamiento. "Teníamos muchas ganas de ayudar pero no sabíamos de qué manera.

Entonces, luego de escuchar a nuestra amiga, se nos ocurrió donar tiempo, que en estos días es muy valioso”, cuenta la mujer y destaca que uno de los aspectos más bellos de la experiencia fue notar  cómo la pequeña fue experimentando cambios positivos en todos los aspectos al recibir afecto y contención.

Cuando la pareja decidió inscribirse en el programa en marzo de este año, no dudó en tener un charla familiar con sus tres hijos. Jimena cuenta que junto a Mario les explicaron que ésa era una buena oportunidad para colaborar.

“Siempre hicimos hincapié en que la beba estaría con nosotros de manera transitoria”, comenta Jimena y destaca que todos los integrantes de su hogar lograron adaptarse de manera exitosa.

“La llevábamos con nosotros a todos lados. Nos dio muchas alegrías y por eso estamos dispuestos a repetir la experiencia el año que viene”, cierra con entusiasmo la joven mamá.

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