Frente al avance de los grandes proyectos mineros en la franja cordillerana, la prioridad para los industriales es fortalecer la competitividad de las pymes y los proveedores a través de financiamiento, capacitación y esquemas de cooperación.
Desde el sector industrial destacan la importancia de aprender de experiencias previas y de fortalecer a los proveedores.
Frente al avance de los grandes proyectos mineros en la franja cordillerana, la prioridad para los industriales es fortalecer la competitividad de las pymes y los proveedores a través de financiamiento, capacitación y esquemas de cooperación.
En este contexto, los joint ventures y otras formas de alianzas estratégicas aparecen como una alternativa necesaria, ya que las demandas de estas iniciativas superan la capacidad actual de producción y servicios locales. De este modo, la única vía para integrarse a la cadena de valor será ganar en eficiencia y generar sinergias con actores regionales y locales.
Es que la minería actual utiliza tecnología e incorpora servicios de calidad, normativas de seguridad laboral y de cuidado ambiental, y las empresas regionales tienen que estar preparadas para eso.
Julio Totero, quien es empresario y proveedor minero, señaló que hay que impulsar a los proveedores locales con acompañamiento financiero a las empresas que tienen que invertir y apoyo en la capacitación para las que no cuenten con recursos humanos especializados.
De lo contrario, puede suceder que se obligue a una empresa minera a contratar un servicio o comprar un producto más caro, simplemente porque es de la comunidad donde se desarrolla el proyecto, en lugar de incentivar que ese proveedor sea más competitivo. "Si a la minera la obligás a comprar local, eso desalienta al inversor", advirtió.
Recordó que un caso testigo de una discusión similar se dio en Mendoza cuando estaba por llegar VALE a la provincia. En ese momento, también se planteó la necesidad de establecer leyes de compre local, pero reconoció que muchas empresas mendocinas no estaban preparadas para abordar un negocio de esas dimensiones.
En cuanto al desarrollo de los proveedores regionales, Totero consideró que aún queda un largo camino por recorrer. Rescató que en el caso de Mendoza, dentro de las provincias de la franja cordillerana -que es donde se va a desarrollar la minería metalífera-, está en una posición muy ventajosa, porque tiene un entramado industrial importante, que nació con la industria petrolera y que es perfectamente adaptable a la minera.
Pero, a la par, señaló que las empresas tienen mucho por aprender de la demanda. También, que está faltando infraestructura para poder abordar grandes negocios, tecnología y talentos más específicos. "Si bien tenemos recursos humanos calificados, nos hace falta especializarlos", aclaró.
"Tenemos que apoyarnos en quienes tienen ese 'expertise' y armar UTEs, 'joint ventures' o clústeres", lanzó. Y sumó que no hay que tenerle miedo a competir. Incluso, planteó que cree que, cuando se ponen trabas y se demanda el "compre local", lo que subyace es el temor a la competencia.
Totero reforzó que tanto Mendoza como San Juan están en muy buenas condiciones para avanzar en los grandes negocios que se vienen, pero que los empresarios deben entender que son proyectos que van a superar ampliamente la capacidad de producción local.
Mencionó que San Jorge en el caso de Mendoza es una inversión muy importante, al igual que lo sucede en San Juan o Catamarca. Y que estas empresas van a necesitar servicios que no van a traer, consideró, ni de Australia, ni de Canadá, ni de otro país, sino que los van a buscar en Argentina. "Por eso, nosotros vamos a tener que estar preparados", sentenció.
"Creo que poner regulaciones no es bueno, pero en algunos casos puede ser necesario darles prioridad a los proveedores locales", opinó Sebastián Halpern, quien es proveedor minero. Coincidió en mencionar que se trata de una línea muy fina, porque no es lo mismo que una empresa minera necesite ropa de trabajo (que es más sencillo abastecer con emprendedores del lugar) que grúas de 800 toneladas. "Cada rubro tiene su especificidad", acotó.
Añadió que sí cree que las pymes deben trabajar en la mejora de los procesos y en ser más eficientes, como también en analizar qué necesidades tendrán las mineras, para prepararse y poder dar una respuesta. Asimismo, señaló que las grandes empresas locales, que ya tienen experiencia en minería, deberían conformar UTEs con las más pequeñas.
Si bien insistió en que no se puede establecer una regla para todos, sí destacó la importancia de que las empresas locales, en conjunto con las cámaras mineras, estudien cuáles van a ser las necesidades específicas de esos proyectos, para poder orientarse sobre la preparación que se necesita.
Consultado sobre si se ha empezado a generar este trabajo conjunto, Halpern señaló que, de momento, "cada uno juega su partido" y sumó que la construcción del camino a José María la está haciendo una empresa cordobesa, pero que también en Mendoza la ruta 82 la está reconstruyendo una de Buenos Aires, que ofreció mejores precios.
Planteó que esto implica que esas compañías fueron más competitivas que las locales y lanzó que por qué un inversor tiene que pagar un monto mayor a un proveedor, sólo porque es del lugar. En cambio, se debe apuntar a ganar eficiencia para poder competir y demandar que, a igual costo (o hasta un 3% o 5% superior), sí se le dé prioridad a los de la localidad o provincia.
El empresario analizó que para los megaproyectos se puede pensar en conformar UTEs con empresas de otras provincias o países (como Chile), mientras que en los rubros más accesibles, hay que preparar tanto a las grandes compañías como a las pymes, y también a los profesionales, para poder responder a una demanda que crecerá.
"Hay un dicho que dice: vos nunca solo les vas a poder ganar a un equipo. La rivalidad Mendoza-San Juan tiene que desaparecer y empujar todos juntos, porque para proyectos como José María, Pachón o Los Azules no van a alcanzar todos los mendocinos ni sanjuaninos, pero tenemos que apuntar a ingresar primero", lanzó.
La ministra de Energía de Mendoza, Jimena Latorre, considera que se debe buscar la sinergia de las capacidades de cada provincia. Mendoza, planteó, ha demostrado que tiene proveedores competitivos, que, durante los 15 años de "compás de espera" de la minería metalífera en la provincia, vienen ofreciendo sus servicios en otras provincias y países. A ellos se suman las empresas extranjeras que se han radicado en suelo mendocino.
La premisa, subrayó, es que se debe fortalecer la cadena de proveedores, para que sean competitivos. De hecho, indicó, hay un programa del CFI (Consejo Federal de Inversiones) enfocado específicamente en minería y energía, con un segmento para el fortalecimiento de los entramados pyme, y que ofrece no sólo financiamiento, sino también capacitaciones. Y existen, además, fondos del BID.
Latorre señaló que ya se ha demostrado en otras provincias y oportunidades que fijar un cupo no es la solución, sino que se debe buscar que todos los segmentos de empresas crezcan en competitividad. Planteó que ya tienen trabajando desde el Gobierno, junto con las cámaras, en lograr que sean proveedores locales los que trabajen con PSJ Cobre Mendocino, que es el proyecto que más cerca está de entrar en producción en la provincia.
"Pero no es a fuerza de una regla o de una medida intervencionista", resaltó. En cuanto a la posibilidad de que una minera internacional traiga su red de afuera, la ministra distinguió entre capital humano (perfiles profesionales muy específicos) y proveedores. Subrayó que Mendoza es atractiva para los inversores externos porque tiene un entramado productivo, industrial y de servicios muy competitivo; lo que permite abaratar costos y, sobre todo, vincularse con la comunidad.
Añadió que el establecimiento de cupos de "compre local" han sido un impedimento para que muchas empresas de afuera se radiquen en Argentina. Explicó que unos días atrás, hablando con integrantes de la cámara de prestadores de servicios para el oil & gas de Neuquén, le contaron que empezaron con esta idea de restricciones para proteger lo local, pero después se dieron cuenta de que no daban abasto y se debían a integrar con cámaras de otras provincias.