A tres meses de asumir la dirección general de Omnia Technologies para las plataformas de Argentina y Chile, Angelo Di Caro, Managing Director para Latinoamérica, enfrenta el desafío de consolidar la presencia regional de un grupo que reúne a más de 30 empresas italianas especializadas en tecnología industrial. El plan apunta a crecer en ventas, ampliar la oferta más allá del vino e instalar innovaciones que respondan a las nuevas demandas de los consumidores y productores.
Omnia Technologies nació en 2020, impulsada por Investindustrial, un fondo de inversión italiano que identificó una oportunidad: agrupar empresas de tecnología de punta; algunas de ellas de origen familiar que, pese a su calidad, encontraban dificultades para competir globalmente contra grandes corporaciones.
El punto de partida fue la adquisición del 70% de Della Toffola, referente en equipamiento para la industria vitivinícola. Desde entonces, la cartera se expandió hasta sumar más de 30 compañías dedicadas a procesos industriales para vinos, cervezas, bebidas espirituosas, jugos, gaseosas, lácteos y, más recientemente, al sector farmacéutico.
En Sudamérica, la filial con sede en Argentina atiende todas las divisiones de Omnia en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, mientras que la oficina en Chile cubre todas las divisiones en dicho país y la industria vitivinícola de Perú. “Antes, cada marca tenía su representación local o regional; ahora, Omnia coordina esas operaciones y actúa como representante oficial en toda la región”, explica.
Di Caro desarrolló gran parte de su carrera en el sector industrial y vitivinícola. Pasó diez años en IMPSA y, más recientemente, fue gerente corporativo en Grupo Altasur, empresa de insumos para la industria vitivinícola.
Su llegada a Omnia implica liderar la integración interna y, a partir de allí, potenciar la presencia en el mercado. “El objetivo es ser un jugador principal en las industrias donde participamos, ofreciendo soluciones integrales y adaptadas a cada necesidad”, subraya.
En Chile, por ejemplo, una de las principales oportunidades es la industria pisquera, donde Omnia ya trabaja en un proyecto para el reemplazo de 24 alambiques.
Angelo Di Caro, Managing Director para Latinoamérica Omnia Technologies
Angelo Di Caro, Managing Director para Latinoamérica Omnia Technologies.
De una empresa vitivinícola a un holding multitecnológico
La presencia histórica de Della Toffola en Mendoza hizo que el negocio estuviera fuertemente ligado a la vitivinicultura. El desafío actual es ampliar el alcance y ofrecer soluciones para otros sectores. “Necesitamos que el equipo adquiera las capacidades para atender no solo a bodegas, sino también a cervecerías, destilerías, plantas lácteas y farmacéuticas, entre otras”, señala.
Este cambio implica integrar catálogos de marcas que, en Italia, fueron en un tiempo competidoras y hoy son parte del mismo grupo. Ejemplos de ello son Permeare, Padovan, Cadalpe, Frilli y fabricantes de tanques de acero inoxidable como Favotto (F2) y Sirio Aliberti. “No se trata solo de sumar productos; buscamos que cada solución sea complementaria y que el cliente vea en Omnia una oferta integral”, enfatiza.
Tecnología para toda la cadena productiva
La propuesta de Omnia abarca desde la recepción de materia prima hasta el tratamiento de afluentes, pasando por fermentación, filtración, guarda, embotellado, etiquetado y finales de línea. “Podemos actuar en toda la cadena de valor, adaptando tecnologías según la necesidad de cada cliente”, resume el directivo.
En tanques de acero inoxidable, por ejemplo, las marcas del grupo cubren desde modelos estándar hasta construcciones in situ para grandes volúmenes. En filtración, la gama va de sistemas convencionales a microfiltración avanzada. Además, Omnia ofrece soluciones para la industria láctea, de proteínas y farmacéutica.
“Hoy somos capaces de entregar una planta llave en mano: una bodega, una cervecería o una destilería completa, desde el primer proceso hasta el último”, afirma.
El reto del financiamiento
La renovación tecnológica requiere inversión, y las condiciones locales no siempre son favorables. “En Europa hay acceso a crédito a tasas bajas; aquí tenemos que adaptar los esquemas de pago para que el cliente pueda tecnificarse”, explica Di Caro.
Para grandes proyectos, como líneas de embotellado de 80.000 botellas por hora, Omnia ofrece alternativas como créditos respaldados por SACE, la agencia italiana de financiamiento a exportaciones. A nivel local, la compañía trabaja con diversos bancos y opciones de leasing.
“Las empresas necesitan reducir costos para ser competitivas, y eso se logra con tecnología. Pero para invertir se requiere capital, y en este contexto es costoso. Nuestro trabajo es encontrar un punto intermedio para que la modernización sea posible”, agrega.
La estrategia de Omnia Technologies en Sudamérica combina tres ejes: integración de equipos y procesos sustentables, diversificación de mercados y oferta de tecnologías innovadoras. El objetivo final es posicionar a la compañía como un socio clave para productores que buscan eficiencia, calidad y adaptación a nuevas tendencias.
En ese sentido, enfatiza que el trabajo no se limita a la venta de maquinaria. “Queremos acompañar a las empresas en todo el proceso, desde la ingeniería y el diseño hasta la instalación y el servicio técnico. La tecnología es el medio, pero el fin es que nuestros clientes crezcan y sean más competitivos”, concluye.
Angelo Di Caro, Managing Director para Latinoamérica Omnia Technologies
Angelo Di Caro, Managing Director para Latinoamérica Omnia Technologies.
LIBERO: innovación para el vino sin alcohol
Uno de los lanzamientos más recientes es la tecnología LIBERO, desarrollada por Permeare. Se trata de una maquinaria para desalcoholizar vinos, disponible en dos versiones: LIBERO Wine, que permite reducir el grado alcohólico a menos de 0,5% —cumpliendo con los estándares de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) para ser considerado vino sin alcohol—, y LIBERO Beverage, que produce bebidas a base de vino con menor graduación.
La innovación responde a una tendencia global: el consumo de vinos y bebidas con bajo o nulo contenido alcohólico. “Trabaja a temperatura ambiente, lo que preserva intactas las cualidades aromáticas y organolépticas”, destaca Di Caro.
En la región, el banco de pruebas llegará primero a Chile en septiembre, donde ya hay bodegas interesadas en ensayar sus productos. En Argentina, se espera contar con esta tecnología en Mendoza entre febrero y marzo de 2026.