- El enoturismo viene creciendo en Mendoza. ¿Qué peso tiene hoy en su modelo de negocio?
- En SinFin desarrollamos distintas unidades de negocio claramente diferenciadas. Somos productores de uva para vinificación y, como bodega, contamos con una unidad orientada a la elaboración y comercialización de vinos, tanto para el mercado interno como para exportación, en sus versiones fraccionadas y a granel.
Dentro de nuestro modelo, el enoturismo representa una unidad estratégica que ha crecido de manera sostenida desde 2013. Actualmente, recibimos visitantes de lunes a sábado en tres turnos diarios, con propuestas pensadas para el público local e internacional. Nuestra bodega permanece abierta todos los días, ofreciendo experiencias diseñadas para vivir el vino de forma integral: clases de cocina, almuerzos de tres y siete pasos, maridajes con chocolates artesanales desarrollados específicamente para nuestros vinos, alfajores, tablas de quesos y de productos ahumados, entre otras opciones.
A ello se suma una cuarta unidad de negocio, la organización y realización de eventos, que complementa nuestra propuesta enoturística y refuerza nuestra visión de hospitalidad.
- ¿Cómo están trabajando actualmente la estrategia de exportación?
- Desde nuestros inicios, en SinFin hemos desarrollado un perfil fuertemente orientado a la exportación, tanto en vinos a granel como fraccionados. Siempre consideramos al mercado internacional como una alternativa sólida para el crecimiento sostenido de la bodega.
A lo largo de estos años, los volúmenes exportados han variado según el contexto. En algunas campañas alcanzamos exportar hasta el 60% de nuestra producción total, mientras que en otras, debido a factores económicos o al tipo de cambio, ese porcentaje se redujo a un 26%.
Se trata de una dinámica que se redefine año tras año, fuertemente influenciada por la coyuntura política y económica de cada momento tanto local como internacional. Por eso, trabajamos con una estrategia flexible, que nos permita adaptarnos a las condiciones del mercado sin perder competitividad ni calidad
- En estos 20 años: ¿siempre se dedicaron a la exportación de vino a granel?
- Sí, desde el comienzo hemos trabajado en paralelo con el mercado interno y con la exportación, y el vino a granel ha sido una constante en nuestra operación. A lo largo de estos años, hemos mantenido relaciones comerciales con clientes internacionales de gran relevancia. Durante ocho años consecutivos abastecimos a uno de los principales grupos de Estados Unidos, y por cuatro o cinco años trabajamos con un destacado grupo de Francia.
Además, nuestros vinos a granel han sido seleccionados por cadenas de supermercados y distribuidores internacionales en mercados como Inglaterra, Australia y Alemania. Estos vínculos reflejan el reconocimiento a la calidad de nuestros productos y a nuestra trayectoria, y nos han permitido sostener programas de exportación estables en el tiempo.
- ¿Y cuál es la visión de sustentabilidad en la vitivinicultura que hoy están aplicando?
- La sustentabilidad, más que una certificación, es una cultura y una forma de encarar cualquier emprendimiento o negocio. En Sin Fin, esta visión se ha naturalizado y forma parte esencial de todos nuestros proyectos agroindustriales. Cada proceso y cada inversión que realizamos están pensados desde esta perspectiva sustentable.
Además, muchos de nuestros clientes valoran y exigen este compromiso con la sustentabilidad, lo que refuerza la importancia de mantener esta cultura y conciencia en todas nuestras operaciones.
- ¿Y qué rol tienen hoy los varietales tradicionales en su línea de producción?
- En SinFin, el Malbec ocupa un lugar central en nuestra identidad productiva. Hemos profundizado en su elaboración desde distintos terruños, lo que nos ha permitido explorar la riqueza de sus expresiones y consolidar un conocimiento técnico cada vez más preciso.
Elegimos esta cepa porque representa a la vitivinicultura argentina en el mundo y mantiene su preferencia tanto en el mercado interno como en el internacional, gracias a su perfil amable y versátil.
También trabajamos con otras variedades como Cabernet Franc, Petit Verdot, Merlot, Bonarda, Sangiovesse, Pinot Noir entre otras que tienen como principal destino el vino fraccionado en nuestras líneas Guarda, Gran Guarda, El Interminable, Fugaz y Presente. Lo hacemos en menor escala y con una selección muy cuidada de zonas
- Actualmente, ¿cuántas botellas por año hacen de Malbec? ¿Y cuál es el porcentaje que se exporta?
- En vinos fraccionados de alta gama, nuestra producción anual de Malbec ronda las 70.000 botellas. El porcentaje destinado a exportación varía según el contexto de cada año: en algunas campañas hemos alcanzado exportar hasta un 55%.
En los últimos tres años hemos visto una disminución en las exportaciones de Malbec, producto de una coyuntura compleja a nivel global, marcada por cambios en los hábitos de consumo, inflación y tensiones geopolíticas. Sin embargo, mantenemos una visión positiva: estamos trabajando para recuperar espacio tanto en las góndolas nacionales como en los mercados internacionales, con una propuesta de valor consistente y una mirada estratégica a largo plazo
- Y en estos veinte años de trayectoria, ¿cuáles son los cambios más notorios que han notado en la vitivinicultura?
- La industria ha sido siempre muy dinámica y siempre ha estado buscando las nuevas tendencias y probando, como bien decías recién, probando alternativas con la lata, con vino en lata, con vino en té. Buscando siempre alternativas, de escorzo a la tapa rosca, de la tapa rosca a packing box. Siempre se buscó adaptarse a las nuevas tendencias, a las de distintos consumidores. Y nada, no me acuerdo bien cuál fue la pregunta que me hiciste.
Los cambios han sido esos grandes esfuerzos de la industria en tratar de adaptarse a las nuevas tendencias, a las modas, que por ahí duren más, duren menos. El tema de la desalcoholización de los vinos, también hicimos algunos ensayos. Hay unas pruebas para mercados como la India. Cuesta pensarlo también para el mercado interno, pero también está apareciendo como nicho, esto lo espero entre comillas. No van a dejar de ser nichos, estos vinos desalcoholizados con cero alcohol. No es que vaya a estar transformando la viticultura, sino que son nichos que se van descubriendo y se van atendiendo, pero que no son relevantes en el volumen o en la comercialización total.
- Y en estos veinte años de trayectoria, ¿cuáles son los cambios más notorios que han notado en la vitivinicultura?
- La industria vitivinícola ha sido siempre muy dinámica, con una fuerte capacidad de adaptación a nuevas tendencias y hábitos de consumo. Hemos visto la aparición de nuevos formatos como el vino en lata, bag in box, los vinos en botellas pet, hemos transitado del corcho a la tapa rosca y tapones alternativos, que han tenido diferentes grados de aceptación según los mercados.
La innovación ha estado siempre presente, impulsada por la necesidad de acercarse a distintos perfiles de consumidores. También hemos hecho ensayos con vinos desalcoholizados, pensando en nichos emergentes como India o ciertos segmentos locales. Si bien todavía representan una porción muy pequeña del mercado, estos desarrollos hablan de una industria en constante búsqueda, abierta a explorar nuevas posibilidades sin dejar de lado la calidad y la identidad del vino argentino.
Biografía
Sus comienzos fueron atendiendo las fincas de la familia desde 1992 y luego a cargo del área de producción y comercial de la bodega desde el 2005. Diplomado en Agronegocios en la Universidad Mayor de Chile y Diplomado en Gestión Gerencial en la Universidad Católica de Córdoba, con una especialización en Gerenciamiento Estratégico Vitivinícola realizado en la Universidad Maza. En el 2017 luego del fallecimiento de su padre Carlos Caselles Fundador de Bodega SinFin, se hace cargo de la Gerencia General hasta la fecha.