El martes 13 se relaciona directamente un día de malos augurios. Sin embargo, hay muchos que toman este día para contrarrestar el mito y lo llenan de buenos presagios.
El martes 13 es una fecha que despierta todo tipo de supersticiones y temores. Sin embargo, pocos son los que saben de dónde proviene esta creencia tan arraigada en la cultura popular.
El martes 13 se relaciona directamente un día de malos augurios. Sin embargo, hay muchos que toman este día para contrarrestar el mito y lo llenan de buenos presagios.
Más allá de esto, comúnmente se trata hoy de no tomar grandes decisiones por temor a que algo pueda salir mal, y en el caso de que esto pase, no tener la responsabilidad por haber seleccionado este día del año.
La asociación del número 13 con la mala suerte tiene raíces profundas en la historia y la religión. Algunas de las teorías más populares incluyen la Última Cena o la caída de Constantinopla.
La primera de estas, alude a que como Jesucristo celebró la última vena – luego tuvo “la mala suerte” de ser traicionado- con sus 12 apóstoles. Uno de ellos, que podría ser el número 13, pudo haber sido el que marcó la mala fortuna de Dios.
En cambio, con la caída de Constantinopla es diferente. Este fue un evento trágico para el mundo cristiano, que ocurrió un martes. Esta coincidencia histórica pudo haber reforzado la idea de que los martes son días de mala suerte.
Además de su asociación con eventos históricos y religiosos, el número 13 en sí mismo ha sido objeto de supersticiones en muchas culturas. En la numerología, se le atribuyen connotaciones negativas, y en algunas culturas se lo considera un número desafortunado.
Por otro lado, el martes está asociado a Marte, dios romano de la guerra. Esta conexión ha llevado a asociar el martes con la violencia, la destrucción y, por lo tanto, con la mala suerte.
Sin embargo, no todos los países temen al martes 13. En EE.UU. y parte de Europa, el día de mala suerte es el viernes 13, relacionado con leyendas medievales.