Aprovechar materiales reciclados no solo ayuda al medioambiente, sino que también te permite crear piezas decorativas únicas con tu propio estilo. Ya sea para embellecer el living, la cocina o la galería, esta manualidad es ideal para quienes disfrutan del reciclaje y las pequeñas renovaciones en el hogar.
Materiales necesarios para el reciclaje
Antes de comenzar, reuní los siguientes elementos:
Antes de empezar a decorar, asegurate de que el frasco esté limpio y seco. Si tiene etiquetas adheridas, podés retirarlas sumergiéndolo en agua caliente con detergente durante unos minutos. Una vez que el pegamento se haya ablandado, frotá con una esponja hasta eliminar todos los residuos.
Aplicá la pintura base
Elegí un color base que te guste. El blanco o los tonos neutros como beige o nude son opciones clásicas que combinan con todo. Aplicá la pintura con una esponja para darle un efecto texturizado, o usá un pincel si preferís un acabado más uniforme.
Decorá con detalles
Para hacer tu florero aún más especial, agregá detalles decorativos. Podés dibujar flores, hojas o cualquier otro motivo que te guste. Para lograr líneas finas y precisas, usá un punzón, un palillo o un pincel delgado. Una opción sencilla y elegante es pintar pequeños tallos verdes y flores en tonos rojos, rosados o amarillos.
Añadí el cordón
Una vez que la pintura esté completamente seca, envolvé la parte superior del frasco con cordón. Dale varias vueltas y asegurá el extremo con un pequeño nudo o un punto de pegamento. Este detalle le dará un acabado rústico y natural a tu creación.
Protegé el diseño (opcional)
Si querés que la pintura dure más tiempo y resista la humedad, aplicá una capa de barniz transparente. Esto le dará un acabado más profesional y protegerá tu florero de posibles desgastes.
Con este truco viral vas a poder usar flores naturales para un efecto fresco y aromático, o flores artificiales si preferís una opción de larga duración. Ubicalo en cualquier espacio de tu casa para darle un toque especial y personalizado.