El término “cónclave” suele aparecer en los medios cada vez que se inicia el proceso de elección de un nuevo Papa en el Vaticano. Aunque su uso más difundido está vinculado a la Iglesia Católica, su significado tiene raíces lingüísticas y conceptuales que van más allá del contexto religioso. La Real Academia Española (RAE) recoge su definición y explica tanto su uso original como su aplicación en otros ámbitos.
Definición y origen de la palabra “cónclave”
Según el Diccionario de la Real Academia Española, “cónclave” tiene dos acepciones principales. La primera alude específicamente a la “reunión de cardenales de la Iglesia católica, celebrada con la finalidad de elegir Papa, y a la que no se permite el acceso a persona ajena a ella”. Esta definición refleja el uso más común del término en la actualidad, asociado al proceso que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina cuando el papado queda vacante.
La segunda acepción, más general, describe al cónclave como una “reunión secreta y reservada”. En este sentido, puede utilizarse también fuera del ámbito religioso, para hacer referencia a encuentros que se realizan bajo estricta confidencialidad, ya sea en contextos políticos, empresariales o de otro tipo.
El origen de la palabra proviene del latín cum clavis, que significa “con llave”. Esta expresión hace referencia a la práctica histórica de encerrar a los cardenales bajo llave durante el proceso de votación para evitar presiones externas o interferencias. Este sistema fue establecido oficialmente en el siglo XIII por el Papa Gregorio X con el objetivo de asegurar la autonomía y el aislamiento necesarios para tomar una decisión trascendental para la Iglesia.