El gremio de controladores aéreos comenzó este viernes 22 de agosto una serie de paros escalonados que seguirán este domingo y se extenderán durante toda la semana. La medida de fuerza tiene como objetivo reclamar un aumento salarial del 45%.
El plan de paros impulsado por Atepsa, el sindicato que representa a los trabajadores, dejó como saldo más de 70 vuelos cancelados y volverá a impactar las operaciones aéreas de mañana.
El gremio de controladores aéreos comenzó este viernes 22 de agosto una serie de paros escalonados que seguirán este domingo y se extenderán durante toda la semana. La medida de fuerza tiene como objetivo reclamar un aumento salarial del 45%.
Ese mismo viernes, la actividad aérea fue interrumpida en todos los aeropuertos del país entre las 13 y las 16, y nuevamente entre las 19 y las 22 y dejó como saldo más de 70 vuelos cancelados y demoras, afectando a más de 10.000 pasajeros.
La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), responsable de la convocatoria, denuncia el congelamiento de salarios, restricciones al derecho a huelga, y despidos arbitrarios y sin justificación.
El plan de lucha finalizará el sábado 30 de agosto, y afectará los vuelos de todas las aerolíneas operativas en el territorio nacional. ATEPSA estableció un cronograma con horarios específicos para los paros:
Durante estos períodos, no se permitirán despegues ni se gestionarán planes de vuelo. No obstante, los aterrizajes estarán habilitados.
El representante de la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), Julián Gaday, explicó los motivos del conflicto que desde esta semana afecta los vuelos en todo el país. El principal reclamo es la falta de aumentos salariales desde agosto de 2024, a pesar de múltiples negociaciones y dos conciliaciones obligatorias que no lograron destrabar la paritaria.
“En septiembre se va a cumplir un año desde nuestro último incremento. Desde marzo venimos reclamando en todas las instancias, incluidas dos conciliaciones obligatorias, y nunca hubo una oferta salarial concreta por escrito. El gobierno y la empresa hablan de un 15%, pero eso jamás se firmó en un acta”, señaló Gaday en diálogo con Splendid AM 990.
Las medidas de fuerza, que rigen hasta el 30 de agosto, consisten en impedir despegues entre las 19 y las 22 horas, sin afectar aterrizajes ni vuelos en curso. “Nuestro espacio aéreo no se cierra y la seguridad nunca está en riesgo. Todas las aeronaves que están volando son atendidas con normalidad. Lo que hacemos es no autorizar despegues durante esas franjas horarias”, aclaró el dirigente sindical.
El conflicto impacta en todas las compañías aéreas y vuelos privados del país. “Afecta a toda aeronave que esté en tierra en ese horario. No distinguimos entre Aerolíneas Argentinas o empresas privadas. La medida es nacional y alcanza también a los vuelos privados”, explicó.
Respecto a los salarios actuales, Gaday detalló que un controlador en aeropuertos como Aeroparque percibe alrededor de 1,8 millones de pesos mensuales, mientras que en el interior, sin adicionales por zona desfavorable, el ingreso ronda entre 1,4 y 1,5 millones. “Somos un servicio público esencial y no es sencillo llegar a este tipo de medidas, pero después de un año sin respuestas, no había otra alternativa”, sostuvo.